Entonces, querido lector ¿qué va a lograr en 2020? Probablemente le parecerá que llego tarde con esta pregunta, porque no solamente tiene muy claros y muy meditados desde hace tiempo cuáles son sus propósitos para el nuevo año, sino que además, ya desde el 1 de enero está trabajando intensamente para conseguirlos. Creo que comparte conmigo que cuando elaboramos esta lista introducimos entre estos objetivos, metas realistas y otras que sabemos a priori que serán imposible de cumplir; metas clásicas, universales, solidarias y algunas un poquito egoístas, que abarcan el arco de lo personal y de lo profesional. Probablemente, y no es una broma o parezca ingenuo, si pudiéramos, incluiríamos entre nuestros deseos para 2020 obtener superpoderes. De hecho, desde cuando éramos niños, casi todos nosotros, hemos admirado esos protagonistas de nuestros TBO o de la literatura clásica griega y romana; grandes personajes, semidioses y héroes con características y cualidades muy especiales, es decir, que tenían superpoderes, y conseguían con ellos todos sus objetivos.

Hoy, mirando el mundo alrededor, consciente de nuestro ajetreo diario y del vértigo que produce a veces, la vida social y profesional que llevamos, me he convencido de que el mayor y más rentable superpoder al que podemos aspirar es el de focalizarnos. Focalizar, según la Real Academia Española, significa centrar, concentrar, dirigir. Me explico: probemos a pensar en 100 cosas que podemos hacer en la vida, hagamos una lista y después subrayemos las quince o veinte que nos gusten más, posteriormente volvamos a seleccionar y quedémonos solo con dos o tres que serían las que realmente nos apasionan, nos gustan muchísimo e incluso las que sabemos hacer muy bien, las otras descartémoslas, porque a menudo son espejismos que nos confunden. Cuando en lugar de centrarnos en esas dos o tres que son las que nos apasionan, y vamos picoteando también en otras, aunque no tengan nada que ver, multiplicamos la actividad sin alcanzar metas. Mala opción, porque si no nos focalizamos en la vida, no desarrollaremos nuestro potencial superpoder. Solo quien consigue focalizarse potencia su superpoder y consigue grandes cosas en su trayectoria. Y no basta focalizarse, hace falta también estar atentos y no dejarse distraer escuchando mil voces discordantes alrededor sin seleccionar cuáles tendría que escuchar y cuáles descartar porque no tienen nada que ver ni con nuestra visión ni con nuestra misión. Hay que desarrollar siempre la capacidad de integrar otras voces, pero que sean aquellas que sirvan para aumentar y mejorar nuestra visión, no que produzcan lo contrario o las distorsionen.

No distraernos significa también aprender a decir no.

A veces, también sucede, y creo que casi ningún empresario es ajeno a esta experiencia, que cuando se comienza en la vida a tener un poco de éxito, no digo ser un Top (palabra inglesa que significa cumbre, cima o copa), pero sí a ser valorado, conocido y admirado, mucha gente quiere gozar de nuestra presencia, de nuestro tiempo, de nuestra conversación y entonces nos invitan a eventos, a networking varios y se nos llena la agenda de actos, foros, desayunos y comidas con conferencia incluida que no siempre aportan algo nuevo y, a menudo, nos impiden incluso tener otras reuniones o acercarnos a nuestro despacho a resolver asuntos prioritarios. La sensación es la de diluirnos.

Hay que seleccionar, si hay alguna cosa que nos ayuda a consolidar nuestra misión y visión no dejemos de hacerla con todo nuestro entusiasmo. Sin embargo, si empeñar nuestro tiempo sirve solo para ganar unos pocos de euros más, para intercambiar cotilleos o conseguir un poco más de popularidad, de presencia o de imagen, perdemos tiempo.

Antes o después, en nuestro recorrido vital es bueno descubrir que el tiempo y las fuerzas son limitadas, que hacer por hacer o por rutina no siempre impulsa nuestra misión, al contrario, solo nos frena y no nos permite al final conseguir aquello para lo que realmente hemos sido llamados a la vida personal y profesional. Ejemplos de gente que lo han entendido son Bill Gates, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Larry Ellison, Larry Page, Jack Ma, Sergey Brin, Michael Dell o Pony Ma y muchos otros; estas personas se focalizaron y han dado una contribución fundamental al desarrollo y al progreso de la humanidad.

Focalizarse para potenciar nuestro particular superpoder puede ser otro buen propósito para 2020.

Manuel Bellido

bellido@agendaempresa.com

 

por @mbellido

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