“La crisis por la COVID-19 ha evidenciado la necesidad de una industria sólida”

¿Qué papel ha jugado y está jugando la industria en la pandemia de la COVID-19?

La industria ha jugado un papel fundamental en esta crisis sanitaria. Solo los países con un tejido industrial fuerte han sido capaces de dar respuesta bastante inmediata a las necesidades de producción de material sanitario de protección, respiradores, test, etc. Desafortunadamente, el proceso de deslocalización de la industria europea ha puesto de manifiesto nuestras carencias y nuestra dependencia exterior en cuanto a materias primas y producción. Por sacar algo positivo de esta situación, podemos destacar que, afortunadamente, muchos gobiernos se han dado cuenta de la importancia de contar con empresas productoras capaces de reorientarse hacia la demanda en momentos críticos y están implementando acciones para fortalecer su tejido productivo. Por otro lado, la respuesta de la industria para ponerse al servicio de las necesidades ocasionada por la pandemia ha sido unánime. Como medida de fortalecimiento, se acordó el pasado mes de julio el Plan Europeo de Recuperación, que contará con un refuerzo del programa de inversiones InvestEU. Éste tendrá como objetivo desarrollar cadenas de valor independientes, sólidas y resilientes, en ámbitos tales como las infraestructuras críticas, las tecnologías ecológica y digital y la asistencia sanitaria, y reforzar la autonomía del mercado único de la Unión Europea. La industria europea tiene una excelente oportunidad para recuperar su liderazgo en muy diversos ámbitos.

¿Cómo se ha adaptado la industria a las crecientes exigencias medioambientales?

Gracias al avance en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel mundial, las empresas han tenido la oportunidad de quitarse esa etiqueta de “agente contaminante” que se le colocó en el siglo XX. Muchas industrias han sido capaces de valorizar subproductos que antes eran tan solo residuos, de reducir enormemente su huella de carbono, de buscar alternativas a procesos productivos haciéndolos más eficientes y sostenibles. Afortunadamente, hemos pasado de empresas que hacían mejoras medioambientales exclusivamente por motivos legislativos a empresas que se adelantan a las regulaciones y que mejoran de manera continua sus procesos sabiendo que las mejoras en productividad y medioambiente son factores que van ineludiblemente unidos. La adopción de estas nuevas políticas (ODS) tienen también efectos beneficiosos en cuanto a captación del talento y generación de nuevo conocimiento, siendo una fuerte motivación y retención de personal.

¿Qué importancia tiene la innovación en el futuro del sector industrial?

En un futuro donde, como ha quedado demostrado, la capacidad de adaptarse al cambio de manera rápida, eficaz y sostenible será la principal preocupación de la industria, solo cabe incorporar la innovación como pilar estratégico de las organizaciones. Y esta capacidad ya no depende exclusivamente de cada empresa. Las empresas competitivas ya no son las que fabrican tan solo productos de calidad, sino que son aquellas que cada vez están más conectadas, tienen mayor grado de automatización, son capaces de identificar las necesidades actuales y futuras de los clientes empleando tecnologías de Inteligencia Artificial… La innovación abierta será sin duda uno de los instrumentos más utilizados. Por ello, desde CTA hemos puesto en marcha la iniciativa conneCTA, donde todas las empresas europeas pueden dar de alta sus ofertas y demandas tecnológicas y lanzar retos de innovación que requieran soluciones globales.

¿Cuáles son las principales tendencias de innovación en la industria?

Como le comentaba, la digitalización en su más amplio sentido. La automatización de procesos, los diversos tipos de robótica (industrial, colaborativa) junto con la IA son los pilares sin los que no entenderemos la industria en unos años. Es la nueva “cadena de producción”.

¿Cuál es la situación de la industria andaluza y qué perspectivas tiene?

Desgraciadamente, el tejido industrial de Andalucía ha venido deteriorándose en los últimos años y mucha industria ha ido desapareciendo. No obstante, existen sectores industriales consolidados, como el aeroespacial, que tiene unos cimientos sólidos. Y aunque en estos momentos la situación esté tensionada, es un sector altamente tecnificado y cualificado con una importante inversión en I+D+i, que seguro saldrá reforzado de esta situación. Existen también algunos sectores con representatividad, como el de la refrigeración, la industria química básica o el sector fotovoltaico que, sin duda, cuentan con referentes a nivel mundial en Andalucía. Sin embargo, carecemos de un sector industrial de transformación agroalimentario acorde a las capacidades agrarias de la región. Teniendo en cuenta que la agricultura es la principal exportadora de la región y su peso en el PIB de la región (5,5%) y nacional (2,6%), es un importante nicho de mercado que no deberíamos desperdiciar. Recientemente, ha surgido una asociación de profesionales, empresarios, directivos, científicos y líderes de opinión que, bajo el nombre de MásIndustria, queremos promover el desarrollo industrial de Andalucía como uno de los pilares sobre los que debe edificarse el futuro de la región.

¿Quiere destacar algún proyecto industrial de I+D+i financiado recientemente por CTA?

Es difícil elegir uno porque se están desarrollando importantes iniciativas encaminadas a conseguir una industria más eficiente, sostenible y digitalizada. Por ejemplo, recientemente hemos tenido un proyecto interesante que permite incrementar el grado de automatización de ciertos procesos industriales de fabricación manteniendo su flexibilidad.

Manuel Bellido

DURABLE aplica robótica e IA al mantenimiento de las industrias solar y eólica

El proyecto europeo DURABLE, integrado por 12 socios de cinco países entre los que se encuentran los andaluces CTA, Universidad de Sevilla y CATEC, trabaja en la identificación de las necesidades industriales haciéndosela llegar a desarrolladores que puedan darles solución. Financiado por el programa Interreg Espacio Atlántico y con un presupuesto de 3,9 millones de euros, DURABLE ha identificado necesidades de automatización, Realidad Virtual y fabricación de las pymes europeas que se encargan de la inspección y mantenimiento de instalaciones solares y eólicas. Ahora, los especialistas del consorcio están trabajando en el desarrollo de tecnologías robóticas, de fabricación aditiva y de Inteligencia Artificial para dar respuesta a las necesidades identificadas. Como resultado, se pretenden reducir los costes de mantenimiento y favorecer la producción de energía limpia.

BIo

Ingeniera industrial por la Universidad de Sevilla y experta en Gestión Medioambiental, es responsable técnico del sector Aeroespacial y Procesos Productivos de CTA. Anteriormente, ha sido responsable de Gestión del Conocimiento en el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC) y directora de su OTRI. Cuenta con más de 20 años de experiencia, de los que 14 han estado ligados a la innovación, gestión de proyectos de I+D+i, gestión de conocimiento y asesoramiento en materia propiedad intelectual e industrial.

 

por @mbellido

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