Las víctimas del terremoto que este sábado pasado han hecho temblar Nepal siguen aumentando. Las oficiales son 4.000 hasta ahora. Sin embargo, fuentes de Cáritas temen que la cifra de muertos alcance los 6.000. Los heridos ya son cerca de 7.000. Es un escenario de destrucción y muerte, el que muestran las televisiones de la capital Katmandú y de los alrededores.

Un periodista amigo me decía que Katmandú parece una ciudad fantasma. “La capital está desbastada” – me decía-  “los constantes temblores que han seguido al más fuerte de 7,8 grados en la escala de Richter, que se registró el sábado, han terminado por destruir los pocos edificios que quedaban en pie”

Miles y miles de nepalíes de la capital y de las afueras están heridos, han perdido sus casas y han sufrido daños y pérdidas irreparables. Muchos niños se han quedado sin familia.

La gente escava con las manos entre los escombros con la esperanza de encontrar a algún familiar superviviente.

Los hospitales están completamente saturados, no hay energía eléctrica, ni agua, ni conexiones telefónicas. Los alimentos comienzan a escasear. La gente sigue durmiendo en la calle, en espacios abiertos, jardines públicos e,  incluso, en el del Palacio Real.  Un desastre que puede todavía crecer en dimensiones. La gente está muy asustada y siguen circulando voces de que el terremoto no ha terminado y que tierra puede volver a temblar.

El gobierno de Nepal que se ve sin recursos ante las proporciones tremendas del desastre, ha decretado el estado de calamidad natural. La comunidad internacional tiene que movilizarse ante este gigantesco drama. Ha comenzado a llover intensamente en las últimas horas  y la situación se puede agravar ante las dificultades de hacer llegar la ayuda a todos.

Según la ONU 6,6 millones de personas se han visto afectadas por el desastre en toda Asia.

Un sentimiento de profunda tristeza nos invade y nos empuja, según las posibilidades de cada uno, a pedir y a mandar ayuda a estos seres humanos inconsolables por la terrible situación que están padeciendo.

No olvidemos, sobre todo, a los miles de niños que se encuentran en estos momentos atrapados en este drama. Ellos son los más vulnerables

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com