Los geranios, son quizás las flores de balcón más conocidas y amadas por los andaluces. Sus elaboradas corolas, colgantes o no, según la variedad, crean esplendidas manchas de color, visibles incluso desde lejos y adecuadas por tanto, para decorar balcones y ventanas; una opción de planta decorativa, fácil de cuidar y mantener.
Su nombre científico es ‘Pelargonium’, y según me han dicho, es originaria de la región sudafricana de El Cabo. Mi madre plantaba geranios apenas llegaba la primavera, cuando el riesgo de eventuales fríos había desaparecido. Siempre sembraba la nueva maceta, no son semillas, sino con un esqueje.
El patio de mi casa natal, siempre inmaculadamente limpio, estaba decorado con un número abundante de macetas de plantas y flores, que descansaban en el suelo o invadían las paredes con especies trepadoras que contrastaban con la claridad blanca de la cal. Entre mayo y septiembre el espectáculo que ofrecían estas flores en el patio era alegre, agraciado y placentero. Mis primeros dibujos se inspiraron en estas macetas y el alfabeto de los colores los aprendí muy probablemente con ellas. Maceta marrón, hojas verdes, geranios rojos, blancos, rosas, y violetas. Sin embargo lo que más impresionaba era esa mutación de la planta, que pasaba en poco tiempo del verde a otro color. ¿Si la planta era verde porque se abría en una flor roja? Creo que esa pregunta la hice decenas de veces a mi madre, a mi abuela y quizás a alguna vecina. Nunca recibí respuesta. Científicamente no sabría explicarlo ni siquiera hoy.
Sé que la luz es uno de los tres factores junto con el oxígeno/CO2 y los minerales que actúa sobre el crecimiento, desarrollo de las plantas y su coloración. Probablemente ese mecanismo vital que tienen las plantas para cambiar de color en su floración gracias también a la luz, lo tenemos los seres humanos que al alumbrarnos con el conocimiento también tenemos la posibilidad de colorear nuestra vida con nuevos matices, diversos de los que teníamos al nacer. Quien quiera cambiar aquí tiene una sencilla razón para hacerlo.