“La vocación de servicio hacia los ciudadanos es algo con lo que se nace”

Cómo fue su comienzo en la vida política? ¿Cómo entiende usted el modo de ejercer esta profesión de servicio público, tantas veces denostada por algunos segmentos de la población y cómo piensa que pueda hacerse más cercana a los ciudadanos?

Entiendo la política como vocación de servicio. Para mí no es una profesión, sino una dedicación. Siempre digo que a la política se tiene que llegar con formación, porque es lo que evita que la gente sienta desconfianza y tenga la impresión de que los políticos vienen a aprovecharse del sector público en vez de realizar un servicio público. Es una dedicación de forma voluntaria, nadie acude obligado. Y la verdadera política consiste en servir a los demás, siendo fiel a las convicciones de uno mismo y defendiéndolas. Es la guía que yo he seguido desde el primer momento en que tomo contacto con el ejercicio de la política.

¿Cómo valora su paso por la política municipal cuando fue alcalde de Marratxí?

Fui alcalde durante dos legislaturas y creo que todo el mundo que se dedique a este sector debería tener experiencia en la política municipal. Es lo que nos hace estar más en contacto con los ciudadanos, conocer sus verdaderos problemas y ofrecer soluciones de manera más ágil, rápida y cercana. Para mí no hay nada más bonito y ha sido un privilegio. Guardo un gran recuerdo de aquella etapa, y opino que es la verdadera formación que todo político necesita para ponerse en la piel de los ciudadanos, ya que son tus propios vecinos y es dedicación las 24 horas del día. Una parte muy importante de mi identidad política la he adquirido en esa etapa.

Diputado del Parlamento de las Islas y de su partido. ¿Cómo le enriquecieron personalmente estos cargos?

Son cargos pero, ante todo, son y deben ser responsabilidades. Tras tener la visión municipal perfectamente realizada, no solo durante esas dos legislaturas como alcalde, sino durante una legislatura previa en la oposición -que también es de gran importancia ejercer este papel-, ser diputado autonómico te permite contar con una perspectiva diferente, mayor y que supone adquirir una formación a otro nivel en la Administración. Fue clave en mi carrera hacia la presidencia del Gobierno Autonómico de las Islas Baleares.

Su cargo con más repercusión mediática a nivel nacional fue el de presidente de las Islas. ¿Qué aportó su gestión y la de su equipo a la Comunidad balear?

Antes de llegar a la presidencia del Gobierno Autonómico asumí la presidencia del Partido Popular balear.  Eran, sin duda, los peores momentos en la historia del partido, donde cada día estábamos en los medios de comunicación por los casos de corrupción. Era un reto, y lo asumí con absoluta firmeza y dedicación. Tuve que aplicar varias medidas que hoy en día se dan por hechas, pero que en aquellos momentos, hace diez años, eran impensables, y nunca se habían tomado y con las que fuimos pioneros en algunas de ellas: como el hecho de que los imputados con medidas cautelares abandonaran nuestra formación política; mi compromiso de no llevar ningún imputado en listas por transparencia y por evitar cualquier desconfianza de la ciudadanía, o el desarrollo del primer código ético que ha habido en la historia, para definir aún más si cabe esos comportamientos en base a la excelencia, la transparencia y la credibilidad que en aquellos momentos necesitaban tanto las Islas Baleares como España. Mi gobierno se caracterizó por políticas liberales que eran necesarias para el archipiélago y también para el país, ya que son las que llevaron a España al éxito y, en el caso de Baleares, permitieron evolucionar desde una situación de quiebra técnica a ser la región que más crecía de Europa a un ritmo de 3,5% anual.

Asimismo, me siento muy orgulloso de la aplicación de la libertad que ejercí en mi legislatura, a través de la eliminación del requisito del catalán para acceder a la Administración por parte de los funcionarios. Así, evitamos que una gran masa de talento se fugara de nuestras islas como venía ocurriendo los anteriores años. Hay que tener en cuenta que quien más sufría ese perjuicio eran los propios ciudadanos del archipiélago, ya que tenían más desventajas para acceder al empleo público al tiempo que los servicios perdían la oportunidad de estar desempeñados por los mejores profesionales. Además, eliminamos la inmersión lingüística en catalán en las escuelas para que los padres pudieran elegir libremente la primera lengua en la educación de sus hijos, e implementamos el trilingüismo en sustitución de esa inmersión lingüística en catalán.

Fue usted pionero, durante su presidencia autonómica, en realizar una Ley de Símbolos de Baleares. ¿Por qué?

Esta norma la desarrollamos en 2013 e impedía, por ejemplo, la colocación de lazos amarillos que estamos observando últimamente y manifestaciones que pervertían la identidad de nuestras islas por voluntades y caprichos e inexistentes Països Catalans que alguien quería para las Islas Baleares. Una Ley que inmediatamente derogó el pacto de izquierdas que se hizo con el poder después, y que aseguraba la libertad.

También en ese periodo luchó activamente contra el adoctrinamiento en los colegios de Baleares. ¿Fue dura esa labor?

Es un hecho que la izquierda adoctrina, como se ha demostrado, y en Baleares querían que el archipiélago fuese lo que hoy es Cataluña y están haciendo todo lo posible para que así sea. Yo me opuse a ello desde el primer momento. Si no nos quitamos los complejos en la toma de decisiones, Baleares será lo que hoy es Cataluña. Llevo muchísimos años diciéndolo, aunque algunos me tilden de exagerado y alarmista.

Pero lo asombroso es que una parte no menor de su propio partido estaba a favor de que siguiera la inmersión lingüística en catalán en las escuelas.

Usted lo ha dicho, asombroso pero real. Fue una verdadera lástima que una parte de mi propio partido no creyera en mi proyecto y se boicoteara desde dentro. Ahora estamos pagando las consecuencias, no nosotros, sino los niños de las Islas Baleares. Pero yo creía, y sigo defendiendo, en mis convicciones y en aquella idea que me comprometí a cumplir desde el primer minuto de mi presidencia.

Se le ha conocido por su lucha constante contra los nacionalismos. ¿Hasta qué punto son tóxicos para la ciudadanía normal los componentes de estos grupos?

Manipulan la realidad. Enseñan una historia inexistente. La historia es la que es y Cataluña fue un condado, y Mallorca fue un reino. Y España es un reino, aunque muchos no quieran que así sea. Y es un reino con una gran historia, basada en el paso de los siglos. Es tan sencillo como que Isabel y Fernando eran los Reyes Católicos, y hay hechos históricos como este que no dejan lugar a dudas. Hacen un flaco favor a todos, por crear una historia que no existe. Mi compromiso es preservar la legalidad y mantener la historia que tenemos, sin amoldarla a un lado ni hacia otro.

¿Cómo está afectando la situación política actual de Cataluña a la de Baleares?

Está afectando de una manera absoluta. El gobierno actual, que es un pacto de izquierdas en contra de la mayoría social que determinó con sus votos que gobernase la derecha, ha aplicado las políticas pancatalanistas exactamente igual que se ha hecho en Cataluña.

Se abolió la Ley de Símbolos para que todo aquel que quisiera colocar esteladas o lazos amarillos en cualquier parte, desde colegios hasta cualquier otro edificio institucional y público; se ha reinstaurado el catalán como requisito para acceder a la Administración y se están concediendo subvenciones a cualquier entidad u organización pancatalanista. Incluso los rótulos en los comercios. Hasta tal punto llega, que uno de los socios de gobierno del PSOE -recordemos que es un partido centenario de ámbito nacional que en teoría defiende la Constitución española- ha propuesto un referéndum para 2030 con el objetivo de que Mallorca sea independiente.

¿Cuándo fue designado senador por Baleares? ¿Qué funciones específicas tiene su actual cargo? ¿Forma parte de alguna Comisión?

Hay dos formas para acceder al Senado: o bien por listas electoras o bien por designación. Yo soy designado por nuestro Parlamento Autonómico. Independiente de la forma, el deber es preservar la Constitución y defender los intereses de España y los de la comunidad autónoma. En este caso, las Islas Baleares, que es mi procedencia y me siento tan español como mallorquín.

Al mismo tiempo, en el Senado soy el presidente de la Comisión de Entidades Locales, que es la única en las Cortes de representación de entidades locales -lo cual es muy bonito- y soy el presidente de la Delegación española en la Asamblea Parlamentaria Unión por el Mediterráneo, donde están presentes todos los países que baña este mar y en la que se debaten y se toman decisiones sobre temas tan importantes como la migración, la seguridad o el terrorismo, por ejemplo. También formo parte de las comisiones de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores.

Hace algunos meses usted impulsó la corriente de Regeneración Liberal dentro del PP, o sea, medidas económicas liberales con las que muchos ciudadanos españoles estan de acuerdo. ¿Cuál fue la receptividad de las mismas por sus compañeros de partido y dirigentes actuales?

Quise recoger ese pensamiento liberal que ha sido el origen de la ideología del centro-derecha español desde siempre y que ha llevado a España a sus más altas cuotas de prosperidad y riqueza. Y como consecuencia de ese Congreso Extraordinario, expuse en la Junta Directiva nacional que no era el momento de designar caras, sino de elegir ideas. Junto con un grupo de personas, redactamos ese documento de Regeneración Liberal donde está todo aquello que yo creo que es la práctica liberal en la máxima amplitud que debe desarrollar un futuro gobierno en España.

Ese documento lo hice llegar a los candidatos a la presidencia del Partido Popular. Pablo Casado asumió por completo ese documento y por ello le di mi apoyo. Mucha gente me preguntaba por qué yo no me presenté como candidato con ese documento, y yo respondía que defendía unas ideas que, en mi opinión, deben pervivir y perdurar en el tiempo, independientemente de quiénes fueran las personas que lideraran este proyecto. Y sigo opinando lo mismo y sigo creyendo absolutamente en cada una de las ideas que he plasmado en Regeneración Liberal, porque además lo he redactado en base a la experiencia de la presidencia del Gobierno Balear, es decir, no es un documento teórico sino real.

Si no recuerdo mal, usted es farmacéutico y vuelvo al principio. ¿Por qué se ocupa y preocupa por sus conciudadanos como prioridad y después de usted y sus más allegados?

Vuelvo al concepto de la vocación de servicio, y creo que con ello se nace. Lo mejor que se puede hacer es tener ideas y llevarlas a cabo. Siempre se lo digo a los jóvenes: no hay nada más satisfactorio que llevar a cabo las inquietudes de la vocación de servicio. A mí es lo que más me llena y lo desarrollo desde la política.                                             l

Manuel Bellido

José Ramón Bauzá Díaz es un político admirado por su labor al frente de la presidencia del Gobierno Autonómico de las Islas Baleares, donde se siente orgulloso de haber reflejado en sus políticas su propio ideario y, especialmente, de ofrecer durante su legislatura el más amplio sentido del concepto libertad a sus conciudadanos. Gran defensor de las medidas liberales, en la siguiente entrevista Bauzá Díaz manifiesta sus inquietudes acerca del conflicto catalán y los ecos del mismo en el archipiélago, analiza las diferencias entre sus propias políticas y las del pacto de izquierdas que dirige actualmente la gestión balear y habla de Regeneración Liberal, un documento que ha sido asumido y defendido por Pablo Casado para determinar el camino que debe seguir el Partido Popular en adelante.

por @mbellido

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