Desde hace bastante tiempo nuestros gobernantes tienen claro que las mesas de negociación y los pactos de concertación son claves para el ejercicio y desarrollo de los programas electorales y el avance político. La marcha atrás realizada por el Ministerio de Trabajo, con la nueva propuesta a los agentes sociales para la modificación del denominado decretazo, es la prueba. No se puede gobernar al margen de los sindicatos, ni al margen de la patronal, pero no todos los sectores se sienten representados en estos interlocutores.

El abanico de fuerzas sociales es más amplio y si se quiere gobernar teniendo en cuenta todos los intereses generales, el diálogo tendrá que abrirse necesariamente a otras esferas.
Hemos asistido recientemente a la firma del Pacto Andaluz por la Economía Social que han suscrito la Junta de Andalucía, los sindicatos UGT-A y CC.OO-A y la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (CEPES-A). Ha sido un primer paso, tímido, y en apariencia casi hecho a escondidas, pero que ha supuesto sentar las bases de la participación de miles de ciudadanos representados en ese sector en algunas mesas de negociación, en los planes tecnológicos de la Administración y en la planificación tanto económica como social de Andalucía. Es una modesta pero necesaria incorporación de un nuevo interlocutor en el diálogo que la Junta intenta establecer con la sociedad andaluza. Y es que Andalucía no puede prescindir de una masa social tan particular y numerosa como son las cooperativas, las sociedades laborales y los autónomos.

Hoy ya no se puede gobernar al margen de la Economía Social.

Los andaluces estamos llamados a seguir produciendo nuestra cultura y nuestro progreso no sólo individualmente y eligiendo a nuestros representantes en el Parlamento, sino en una función creativa y en un trabajo en común que se desarrolla en organizaciones y asociaciones patronales, gremiales, políticas y sindicales, en agrupaciones y entidades a todos los niveles. Estos agentes sociales, que trabajan para ofrecer al conjunto de la sociedad andaluza, instrumentos conceptuales y materiales de desarrollo, necesitan mesas de diálogo y concertación que provoquen pactos y avances para el progreso de nuestra tierra.

Antes o después la Junta de Andalucía tendrá que sentarse también con las Cámaras de Comercio, las asociaciones de vecinos, las asociaciones de padres, las asociaciones de consumidores, las asociaciones profesionales. En definitiva: dialogar y tomar constancia en directo del bienestar de aquellos a quienes se gobierna. Se trata de seguir reformando la manera de hacer política y cuando se habla de reforma, por su connotación lineal y positiva, lo que viene a la mente es un cambio que mejora la situación existente e implica evolución y ventajas. Los planteamientos teóricos de la segunda modernización de Andalucía puede que pasen por la aplicación de este nuevo diálogo. Es una excelente regla de juego que los buenos empresarios vienen aplicando desde siempre en el mundo de los negocios. Ni victoria ni derrota. Las decisiones se forjan en el acuerdo. Y casi siempre todos ganan.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com