En un Estado de Derecho la confrontación sin empatía escasas veces es sinónimo de buen resultado. Al menos para una de las partes cuando no para ninguna de ellas. Por contra el diálogo llevado a buen fin, con generosidad y altura de miras suele ir acompañado de dos resultantes, la primera de ellas tiene una componente de insatisfacción por no haber alcanzado la totalidad de los fines de los que se partía y otra componente de satisfacción, lo esencial se ha conseguido. Este país ha avanzado a base de diálogo. Un simple repaso a los hechos más importantes acaecidos en la trayectoria de nuestra joven democracia confirman los avances que han supuesto para todos el haber dialogado hasta consensuar una Constitución, los Pactos de la Moncloa, el Pacto de Toledo, la entrada en la Unión Europea, la normativa sobre dependencia, nuestro Estatuto de Autonomía, … En Andalucía el diálogo social ha sido un pilar fundamental de las políticas sociales y económicas de modo que la formulación de gran parte de éstas han sido el resultado de un ejercicio de corresponsabilidad. El modelo de diálogo social y participación institucional ha sido una experiencia exitosa, tal y como han reconocido en varias ocasiones las propias instituciones europeas. La Economía Social andaluza ha contribuido mediante su participación en las instituciones de diálogo social y, en gran medida, a través de los acuerdos de concertación social que le son propios -Pactos andaluces por la Economía Social (PAES)- al progreso económico y social de nuestra Comunidad.

Ya en 2002 con la firma del I PAES, la creación de empresas y empleo, que figuraban como los dos objetivos principales del acuerdo junto al afianzamiento de las organizaciones del sector, experimentaron un éxito tan notable que se puede ejemplificar con algunos datos. Se crearon cerca de 2.000 nuevas empresas y casi 25.000 nuevos empleos directos más en 2006 que a finales de 2002. Por otra parte la representatividad de la Economía Social, aglutinada en torno a CEPES Andalucía, reforzó su papel como interlocutor social de primer orden y pasó a estar presente en la mayoría de las instituciones de diálogo social. Afianzado el tejido productivo y las estructuras organizativas se dan nuevos pasos positivos con la firma de la segunda edición del PAES en 2006. Éste vino a confirmar la relación directa de la Economía Social con el estado del bienestar como gestora privada de servicios públicos. La capacidad de generar empleo estable y de calidad. Su implantación territorial y en todos los sectores productivos,… Y permitió crear las líneas de trabajo para promocionar y fortalecer el Sector implicando a la Administración regional en la puesta en marcha de políticas transversales. Se viene trabajando desde hace meses en darle contenido a lo que será la tercera edición del PAES. Evidentemente los trabajos llevados a cabo hasta ahora no escapan a las especiales circunstancias económicas y sociales que nos están tocando vivir, circunstancias bien diferentes de las de hace cuatro años. Andalucía, al igual que el resto de las Comunidades y de los países de nuestro entorno, padece una serie de problemas derivados de la crisis: dificultades crediticias, caída del consumo, restricción del gasto público,… Constituyen problemas que hay que resolver. Pero el principal de todos ellos es el desempleo. Muchos miles de andaluces han perdido sus puestos de trabajo o no han podido acceder por primera vez al mercado de trabajo.

Estos retos de la sociedad andaluza tienen que tener una respuesta clara en el III PAES. Frente a ellos se propondrá el afianzamiento de un sistema productivo alejado de la especulación y sostenible. La implantación y extensión de los valores y principios intangibles del sector. La participación de la Economía Social en el desarrollo y afianzamiento del estado de bienestar y en sus respuestas sociales. La creación de empresas socialmente responsables que creen empleo estable y de calidad. Junto a lo anterior el sector presenta problemas que les son propios. Parte de ellos son comunes. Otros sectoralizados. E incluso algunos de ellos de marcado carácter territorial. Varios meses de contacto directo con las bases empresariales han arrojado una serie de cuestiones que intentarán resolverse a través de los ejes y medidas que se tracen en el III PAES. Al día de hoy entendemos que este modelo sigue siendo un instrumento útil incluso necesario para afrontar el actual escenario económico y social. Es mucho lo que está en juego para el conjunto de la sociedad andaluza y la Economía Social pondrá de su parte todo lo necesario para llevarlo a buen fin.

por @mbellido

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