Comunicar parece tarea fácil. Todos comunican: insectos, peces, mamíferos y seres humanos, sin embargo comunicar con eficacia es una labor más ardua. Comprender verdaderamente y hacerse comprender es una de los quehaceres más complicados a los que nuestro cerebro se enfrenta. La comunicación está relacionada con la supervivencia del individuo y de la especie y, su objetivo es fundamentalmente, poner en común, concretizar la comunión de unos seres humanos con otros.
Nuestra mente nunca esta vacía, nuestro pensamiento se dirige siempre hacia algo, se piensa en algo, se imagina algo, se ama algo o alguien y se comunica algo. Cuando yo escribo pienso en algo y en quien leerá ese algo. El que me leerá pensará en mí que lo he escrito. Una vez escuché decir a Umberto Eco que el lector de un texto no puede no construir en su mente un autor.
Lo cierto es que la comunicación sostiene el mundo en todas sus esferas, personales y públicas. No hay comunicación madura sin individuos íntegros, no hay sociedades maduras sin comunicaciones maduras. La inmadurez emocional produce una comunicación limitada. Solo se consigue crecer en la comunicación cuando logramos desarrollar el núcleo más intimo de nuestro ser. La capacidad de amar es una de las herramientas más seguras para establecer relaciones autenticas y, de consecuencia, comunicaciones autenticas. Cuando falta el amor en una relación, la comunicación es conflictiva y se proyecta no solo en el ámbito de la propia pareja, sino en todas las áreas la circundan. Cuando la comunicación se basa en el amor se desarrolla un placer reciproco entre las personas. Cuando se ama se percibe al otro ser, se le valora y se pone en marcha no solo el deseo de poner en común la propia experiencia, sino que encendemos en nosotros la escucha y la profunda apreciación de su riqueza.
Se aprende a comunicar poniendo voz a los propios sentimientos y a las propias experiencias. Se aprende a comunicar abriendo el corazón y la mente a las razones ajenas. Se aprende a comunicar cuando dejamos de detestarnos, cuando nos aceptamos, alejamos de nosotros las culpas y somos capaces de desenmascararnos a nosotros mismos y decidimos compartir sin miedo lo que se es y lo que se siente. Se aprende a comunicar cuando se da y se recibe. Se aprende a comunicar amando, se aprende a amar amando.

por @mbellido

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