No, este año no, la carta mejor no dirigirla a los Reyes Magos, ni a Papa Noel, este año las cartas con todos nuestros deseos las podremos enviar directamente al presidente del gobierno. Se ruega no escribir texto de posdata con malas palabras, o críticas añadidas al final de la carta ya concluida y firmada, ya que, al menos en Navidad, es mejor evitar expresiones viscerales que puedan llevar a la autocrítica y a la pesadumbre. Vamos, que lo que le digamos sea bueno, oportuno, constructivo y provechoso. No entristezcámoslo en esas fechas tan significativas, aunque ya sabemos que para los que se definen “rojos” no tiene mucho sentido esta fiesta cristiana. Sin embargo, será oportuno que le echemos a nuestras peticiones mucha fantasía. Cualquier cosa que se nos antoje, él nos la prometerá. Las cartas mejor escribirlas con buena letra. Quizás deba leer muchas cartas, entre ellas, las de los cuatro millones de parados que están a punto de perder hasta el papel y el sobre para escribirla, además de la ilusión. Escriban bien su nombre y datos, se podría confundir. Aunque, pensándolo bien, tampoco hay que preocuparse mucho: el Ministro de Interior le echará una mano para localizarnos con estas nuevas tecnologías telefónicas que manejan en su Ministerio. Piensen bien los regalos que van a pedir y tengan en cuenta que no siempre las cosas materiales dan la felicidad. Así que mejor no pedir infraestructuras, ni escuelas, ni hospitales, ni autopistas, ni vías de Alta Velocidad, etc. Mejor pedir “cosas” grandes, excelsas y políticamente significativas. Por ejemplos, gestos ante el cambio climático, múltiples Leyes de Economía Sostenible, nuevos Planes Nacionales para la Alianza de Civilizaciones, programas para refrescar la “memoria histórica”… No dejen la carta para el último día. Cuanto antes la escriban mucho mejor, ya que el presidente tiene mucho en que pensar y no vaya a suceder que cuando lleguen sus carta él esté concentrado en temas tan cruciales como aumentar los impuestos, incrementar el déficit público, frenar las reformas laborales, derrochar otros 8.000 millones de euros para Planes E, negociar con los sindicatos para que no le hagan una huelga general, seguir pactando con separatistas en Cataluña y otras regiones, seguir fomentando estatutos de autonomías anticonstitucionales, estudiar cómo sostener y ayudar a regimenes dictatoriales tipo Bolivia, Cuba o Venezuela, explicar que la ley del aborto es para que las mujeres no vayan a la cárcel, crear nuevas modalidades de Educación para la Ciudadanía, etc., etc., etc. Todas cosas fundamentales, esenciales e imprescindibles para el crecimiento y desarrollo de nuestro país.
Por último, se preguntarán dónde pueden entregar su carta. Pues bien, pueden enviarla por correo o correo electrónico o dársela a esos pajes que se sientan en las puertas de los Centros Comerciales. Lo importante es escribir bien el nombre y los apellidos del destinatario y, por supuesto, el remite. Mucha suerte, y que les traigan todo lo que piden.

por @mbellido

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