“El principal objetivo del PIH2020 es incrementar el peso de las exportaciones en la economía andaluza”

 

Manuel Bellido: ¿Podría definirnos el Plan de Internacionalización de la Economía Andaluza Horizonte 2020?

Antonio Ramírez de Arellano: El Plan Andaluz de Internacionalización Horizonte 2020, aprobado el pasado 3 de noviembre en Consejo de Gobierno, es la apuesta del Gobierno andaluz por una economía andaluza que gane competitividad y que siga mejorando su proyección en el exterior. Esta nueva herramienta viene a dar continuidad a la política estratégica en la que el Gobierno andaluz viene trabajando sin descanso en los últimos años, después de cuatro planes anteriores que han situado a Andalucía en un puesto de liderazgo en los mercados exteriores. Ahora, el principal objetivo del PIH2020 es incrementar el peso de las exportaciones en la economía andaluza, facilitando el acceso de nuevos profesionales y empresas de distinta tipología y sectores a los mercados internacionales, y convirtiendo a las exportadoras en exportadoras regulares que consoliden su presencia internacional, para generar efecto arrastre en el resto del tejido productivo. Al potenciar estos objetivos, se dedican buena parte de las novedades del plan, enfocadas a nuevas empresas y a empresas ya activas en los mercados internacionales, y otros aspectos que se retoman de la planificación anterior.

Manuel Bellido: ¿Cuáles son los objetivos específicos que esperan alcanzar?

Antonio Ramírez de Arellano: Con una dotación inicial de casi 300 millones de euros, este Plan pretende incorporar cada vez más empresas, emprendedores y profesionales a la actividad internacional. Esta nueva estrategia pretende situar las exportaciones en el 20% del PIB andaluz, alcanzar las 20.000 empresas exportadoras los 425.000 empleos vinculados a la exportación, llegar a 25.000 millones de euros en exportaciones no energéticas y aumentar la diversificación de destinos, situando más de la mitad de las exportaciones andaluzas en mercados de fuera de la Unión Europea.

Manuel Bellido: ¿Qué dotación tiene y como se destinará?

Antonio Ramírez de Arellano: Como he mencionado anteriormente, este plan es el quinto en la planificación económica del Gobierno andaluz y el segundo que contempla la internacionalización de la economía andaluza en su conjunto. Sin duda, es un plan ambicioso que supera en 40 millones la dotación del anterior y pretende llegar a todo el tejido empresarial andaluz. Para ello, se han diseñado 64 programas, distribuidos en 16 líneas estratégicas para alcanzar 6 objetivos principales. En primer lugar, destacamos el fomento de la internacionalización a los que se destina 202,8 millones de euros, cuyas medidas persiguen la incorporación de nuevas empresas a la actividad exterior. El siguiente objetivo con mayor dotación es el de la generación de empleo de calidad, cuyos programas dotados con 32,6 millones de euros, persiguen la generación de personal cualificado en la internacionalización. Con 24,5 millones de euros se han diseñado diferentes programas para la diversificación geográfica de las exportaciones, cuyo reto fundamental es crecer más en mercados no comunitarios, para que al menos la mitad de las exportaciones andaluzas tenga como destino mercados fuera de la Unión Europea en el horizonte 2020. Igualmente importante es la cooperación empresarial, el fortalecimiento del tejido empresarial y la innovación, para lo que se ha diseñado un paquete de medidas centradas en la promoción de  alianzas estratégicas empresariales hacia el exterior, y al que se destinan 11,8 millones de euros. Los seis grandes objetivos que integran el plan se completan con la Atracción de Inversión Directa Extranjera, para lo que se prevé una dotación de 2,5 millones de euros para su captación y consolidación, y el impulso de los servicios de información, gestión y evaluación de la internacionalización, que recoge una partida de 14,3 millones. Como ve, todo un catálogo de medidas que persiguen la consolidación del liderazgo de Andalucía en su actividad internacional.

Manuel Bellido: ¿Podría destacar algunos de los programas más importantes dentro de este Plan?

Antonio Ramírez de Arellano: Todos los programas son importantísimos para el objetivo integral que perseguimos. Pero es destacable que más de 45 millones de euros se van a destinar al apoyo directo a las empresas a través de incentivos por una orden de subvenciones de la Consejería que se publicará en el primer semestre de 2016, para medidas tales como el Cheque Exportación, que pretende incentivar la participación de las empresas en actividades promocionales en el exterior. Este Cheque consistirá en el abono de una cantidad fija por empresa en función del país destino de su actividad comercial. Para acceder al mismo, las empresas tendrán que presentar un plan de internacionalización en el que se detallen los mercados objetivos y las acciones comerciales que se desarrollarán. Las cantidades oscilarán entre algo más de 500 euros a más de 3.000 euros por acción y según el país o mercado elegido.

Manuel Bellido: ¿Cómo y con quién se ha confeccionado el Plan?

Antonio Ramírez de Arellano: Esta importante herramienta para la internacionalización de la economía andaluza es fruto del consenso y el trabajo desarrollado entre el Gobierno andaluz y los agentes económicos y sociales, con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y las centrales sindicales UGT Andalucía y CCOO Andalucía, en el seno de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de las Políticas de Internacionalización constituida en el marco del VII Acuerdo de Concertación Social de Andalucía. Su desarrollo implicará la acción de hasta 9 consejerías del Gobierno, coordinadas por la Consejería de Economía y Conocimiento, a través de Extenda. Esto es un ejemplo más del modelo de trabajo en el que persiste nuestro Gobierno, el del consenso y el diálogo social.

Manuel Bellido: ¿Goza de buena salud la exportación en Andalucía?

Antonio Ramírez de Arellano: Sin duda alguna. Los mejores momentos para la economía andaluza han venido siempre aparejados a mercados abiertos. En una recuperación que todavía tiene los pies de barro y en un escenario global que plantea riesgos, Andalucía ha registrado el mejor balance de su historia en su actividad de internacionalización, suponiendo nuestro sector exterior una verdadera palanca para el crecimiento de la economía en la comunidad.

Manuel Bellido: ¿Qué aporta Andalucía a la actividad exterior del conjunto de España?

Antonio Ramírez de Arellano: Las exportaciones andaluzas están contribuyendo de forma fundamental al crecimiento de la economía española. En el último lustro, las exportaciones han pasado de representar un 9,7% del PIB al 18,1% actual, y nos ubica como la tercera comunidad en el conjunto nacional. Una tendencia que se refleja, incluso, en las nuevas empresas andaluzas, cuya vocación exportadora supera en 10 puntos la media nacional, según el reciente Informe GEM. Andalucía ha registrado un superávit comercial no energético de más de 6.000 millones entre enero y agosto de 2015, acaparando 3 de cada 4 euros (72%) del superávit no energético de España. La buena marcha de las exportaciones no energéticas ha venido impulsada por la recuperación del crecimiento de las exportaciones del sector aeronáutico y del sector agroalimentario y las bebidas, entre otros. En esta línea, destacar que somos líderes mundiales en aceite de oliva, con ventas a 139 países y un 65% más de ventas que Italia. Al mismo tiempo, hemos incrementado un 59% las exportaciones de media-alta y alta intensidad tecnológica, con productos como los aeronáuticos que han triplicado sus ventas en los últimos 10 años. Es evidente que el esfuerzo público realizado en materia de internacionalización es rentable y, por ello, lo redoblaremos de aquí a 2020 con la puesta en marcha del V Plan de Internacionalización.

Manuel Bellido: ¿Se puede fomentar la cultura de la internacionalización desde los ámbitos educativos y universitarios?

Antonio Ramírez de Arellano: Internacionalizarse es mucho más que realizar operaciones de exportación, es una actividad que requiere de profesionales expertos y para ello se han previsto programas  para la generación de capital cualificado y especializado en el ámbito exterior. El nuevo Plan Andaluz de Internacionalización pondrá en marcha en el primer semestre de 2016 un programa de cátedras de internacionalización a través de una orden de subvenciones dirigida a las 11 universidades andaluzas y que incluye dos acciones principales: de un lado, la creación de Aulas de Internacionalización para orientar las vocaciones a través del conocimiento y la investigación experta en el sector; y de otro, la puesta en marcha de Becas de Internacionalización para la formación especializada de menores de 35 años, que contempla 50 becas de 2 años con remuneración para su formación en un país extranjero durante el primer año, y en el área de internacionalización de empresas andaluzas en España o en el extranjero, durante el segundo. Estos programas pretenden que los jóvenes que hoy se forman en nuestras universidades adquieran el conocimiento necesario que les haga contemplar el mercado internacional como un ámbito natural de desarrollo profesional.

Manuel Bellido: ¿Se podrá traducir en empleo este Plan?

Antonio Ramírez de Arellano:Por supuesto, qué duda cabe que crecer en exportaciones se traduce en un tejido empresarial más robusto y resistente a las inestabilidades y a la generación directa de empleo de calidad. Contamos con más de 19.000 empresas exportadoras en la actualidad, de las cuales 4.300 lo hacen regularmente, y 309.000 empleos ligados a la internacionalización. Esto supone 5.000 empresas exportadoras más que hace cuatro años y un 68% más de puestos de trabajo ligados a esta actividad en un lustro. El reto ahora es incrementar en 116.000 los empleos que las empresas andaluzas tienen ligados a la internacionalización en la actualidad, llegando a 425.000, lo que supone un incremento del 37%.

Manuel Bellido: ¿Un deseo para 2016?

Antonio Ramírez de Arellano: En el ámbito que nos ocupa, queremos seguir trabajando para que la internacionalización de nuestras empresas suponga un cambio estructural de calado en la economía andaluza. Hoy día un modelo económico basado en los mercados internos no es sostenible. Andalucía compite en el mundo y cuenta, además, con una ubicación estratégica y unas infraestructuras de primer nivel, cuyas sinergias e interconexiones deben seguir mejorando. Las empresas del mañana serán las que sepan competir en un mundo interconectado y global, y donde la innovación y el talento sean las variables de la competencia. Desde la Administración, seguiremos trabajando desde el rigor, la transparencia y la eficacia en la gestión de los recursos públicos para ayudar a nuestras empresas a afianzarse en el mercado exterior.

 

Manuel Bellido

 

por @mbellido

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