El sector audiovisual es una realidad imprescindible de nuestro tiempo, parte del  tejido de la dinámica social y, por su evidente importancia e influencia en todos los sectores, es objeto de una constante revisión de métodos, de objetivos y de comportamientos. La época actual está caracterizada precisamente por el desarrollo constante de este sector y de sus tecnologías que están permitiendo una extraordinaria conexión personal y directa a la información, a la cultura y a la diversión desde nuestra casa o a través de dispositivos móviles en tiempo real.

Se trata de un sector generador de  medios que no solo satisfacen  necesidades de información, sino que  son capaces de acelerar movimientos de socialización, acercando distancias, creando vínculos, haciendo visibles problemas o hechos que acontecen en los más remotos rincones del Planeta y que antes pasaban desapercibidos, medios que  estimulan la participación y la corresponsabilidad y abren caminos a la unidad universal.  Hablamos de un sector que con la complicidad de los  medios de comunicación se revela en la actualidad como uno de los elementos más concretos para favorecer la maduración del ser humano, porque pone a disposición de muchos, instrumentos que pueden servir para  la divulgación del conocimiento, el fomento del diálogo, el crecimiento de la conciencia, de la cultura, de la moral y del desarrollo de la opinión pública. Sin embargo, nadie puede ignorar que estos mismos instrumentos están sujetos a los intereses de la industria, de la economía o de la política partidista y, en algún caso, pueden tender a impedir o excluir el desarrollo de una verdadera promoción humana en libertad. La excesiva comercialización de ciertos productos audiovisuales, el bajo nivel artístico o cultural, la ausencia de preocupaciones de orden moral y educativo pueden ejercer efectos nocivos en las facultades mentales, intelectuales y espirituales  del ser humano. Es un sector que por su diversificación y riqueza puede conducir  a la pretensión de sectores económicos, políticos o muy ideologizados de amaestrarlo, domarlo, convertirlo a un discurso único.

De consecuencia, se necesitan instituciones, legislación al día, normas y orientaciones básicas, vigilancia y control por parte de la Administración Pública para mejorar las condiciones marco de este sector tan estratégico,  con miras a beneficiar tanto a la industria como a los consumidores. Y, por supuesto, garantizando siempre la libre competencia y los mercados abiertos.

Hemos querido afrontar este mes la situación del sector audiovisual en Andalucía, hablando con sus protagonistas y dando una visión general del mismo en nuestra tierra. Hemos querido informar a los lectores sobre todo aquello que desde el sector privado se hace y se piensa, repasar el trabajo que se lleva a cabo por parte de la Junta de Andalucía en cuanto a las licencia, concesiones, ayudas y programas que se vienen poniendo en marcha para impulsar la producción, fomentar obras audiovisuales y potenciar la nuevas tecnologías digitales.

Después de estudiar el conjunto de nuestra observación, una de las conclusiones que sacamos es que ante la importancia de este sector en nuestra comunidad autónoma se  hace necesario impulsar la redacción de un  proyecto de Ley Audiovisual de Andalucía.

Quedan en el aire algunos interrogantes en relación a las licencias y su arrendamiento o en relación a la sostenibilidad del modelo actual en las TV y radios públicas, autonómicas y municipales. Hay que seguir profundizando en las nuevas oportunidades de negocio para la producción, buscando nuevas sendas que  trasciendan la propia TV o el cine, como pueden ser los juegos online o el convertir las producciones en marcas que generen otras formas de negocio. Hay que seguir estudiando los aspectos jurídicos que van conformando el nuevo marco sectorial en todos los sentidos, incluso  en la legislación publicitaria. No hay que perder de vista lo que se va intuyendo que será la TV del futuro también en el aspecto de programación. Ni desde la empresa privada ni desde la Administración pública se deben desaprovechar las oportunidades que ofrece el sector. En este sentido queremos mirar el futuro con optimismo.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com