Hay tanta información en la red, en la radio y en la TV, con nociones imprecisas o de valor no vital, que provocan confusión incluso en los más perspicaces. Es una situación que lleva al ciudadano de a pie a no poder distinguir cual es la información indispensable y cuál es la superflua. Muy a menudo las noticias irrelevantes ocultan con su ruido las informaciones esenciales. ¿Qué decir de las redes sociales? Las noticias que circulan en estas redes no son siempre  verificables. Alguna vez hemos leído falsedades estrepitosas sobre la muerte de alguien, sobre ciudades en llamas, sobre el número de participantes  en una manifestación o en una huelga o sobre los tanques que  sacaría a las calles un partido si ganaba las elecciones…

¿Cuántas veces hemos visto abrir los telediarios con la noticia del juicio de una tonadillera o de un alcalde corrupto, con la victoria de un equipo de futbol o con el tráfico en las carreteras en un puente festivo y esperar al final del telediario para saber en pocos segundos que miles de niños en Sudan del Sur habían muerto desnutridos?

¿Como hace un pobre mortal  a distinguir entre ficción y dato cierto cuando  en una tertulia se ironiza, se enjuicia, se pronostica o se exagera en base no a la información sino a la opinión y a la confrontación política? ¿Cuantas veces han llegado cartas a los directores de los periódicos, escritas supuestamente por determinados personajes y después se descubría que no eran de quien las firmaba?

Es difícil valorar una noticia en los medios de comunicación y en particular en la TV.  Hoy el metro para hacerlo parece tener solo el color del dinero: cantidad de telespectadores que la siguieron, número de menciones que generaron en las redes sociales o  por su efecto mercadológico en cuanto al número de anunciantes que atrajo. Hoy día parece escasear la capacidad y la  facultad para comprender algo o formarse  una opinión sobre lo que sucede a nuestro alrededor en base a valores humanos.  Ante tanto exceso de ruido informativo y tanta superficialidad será difícil que una noticia se posicione por el valor humano de su contenido. La bondad, la generosidad, la crónica blanca difícilmente hace noticia y, sobre todo, no parece meritar la portada de un periódico o la apertura de un telediario. Tiempos de ruido estos que estamos atravesando.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com