Hace unos días se cumplían 20 años del primer pleno de constitución del Consejo Económico y Social de Andalucía (CES) y, para celebrarlo, hemos querido dar cuenta minuciosa de la tarea realizada hasta la fecha, de su importancia como órgano consultivo que incorpora a la “sociedad civil organizada” y a los agentes económicos y sociales, al diálogo institucionalizado, en la esfera del autogobierno de nuestra Autonomía. Alta y digna finalidad es la de facilitar la participación de la sociedad en la vida social, laboral y económica de una Comunidad.
La intención de este reportaje no es solo el de la conmemoración, sino el de desentrañar la función, el sentido y la actividad del CES Andaluz, un órgano dotado de personalidad jurídica propia y con plena capacidad de actuar con autonomía orgánica y funcional para el cumplimiento de sus fines.
Merece especial mención destacar que el valor primordial de los informes y trabajos elaborados por este órgano radica fundamentalmente en el hecho de que son fruto del consenso alcanzado entre los distintos grupos que lo componen.
Un órgano, en definitiva, que, en su tarea, lo que realmente pretende es contribuir a mejorar las condiciones de vida de los andaluces. No nos cansaremos nunca desde Agenda de la Empresa de enfatizar, y nunca se hace suficientemente, sobre la importancia del Diálogo Social a todos los niveles y, que afortunadamente, en Andalucía ha sido siempre considerado y llevado a la práctica de manera respetuosa y rigurosa. Diálogo es sinónimo de progreso y bienestar en las principales economías avanzadas.
En tiempos en que, desafortunadamente, parte de nuestra sociedad sufre un gran déficit de tolerancia, el CES crea un espacio de reflexión, de negociación, de concertación y de diálogo; un valor fundamental para la convivencia y para lograr que las decisiones políticas públicas en aquellas cuestiones que a todos nos conciernen, sean sabias o al menos correctas.
Enhorabuena al CES y a su presidente actual, Ángel Gallego Morales, cuyo perfil dialogante e integrador refuerza el papel de este espacio común llamado a cooperar al desarrollo del estado social y democrático de derecho, sirviendo, como he dicho antes, de plataforma institucional de diálogo y deliberación permanente.