Tengo un amigo del País Vasco con el que de vez en cuando me siento a parlotear mientras tomamos unas cañas o unos vinos. Lo hacemos siempre dispuestos a rumiar las ideas, a desmenuzarlas, a apreciar sus matices y a poner en cuestión el propio punto de vista. Hablamos a menudo de política y de economía y el resultado es siempre muy interesante. Aunque discrepemos alguna que otra vez, la conversación es siempre amena y al final nos quedamos satisfechos porque, como él suele decir, “lo importante es que no falte el debate”.

Hace unos días pude disfrutar una vez más de esa tertulia a dos. Yo había llegado con un par de dudas que me habían acongojado y acompañado durante la última semana. ¿Estaremos asistiendo, con lo que se está negociando del Estatuto de Cataluña, a un cambio de la Constitución, que separa a Cataluña del resto del Estado y define a España sin que nos hayan consultado nada a los españoles? ¿Qué es esto de blindar las competencias del Estatuto Catalán ante cualquier decisión que pueda tomar el Parlamento Español? La tertulia fue larga y particularmente animada y tampoco mi amigo pudo aclararme mucho las ideas. Y es que de todo esto, en realidad, tenemos poca información contrastada. Vivimos tiempos donde prevalecen los rumores a las certezas y las filtraciones a los comunicados. Asistimos a un espectáculo constante donde los globos sondas que parten de los poderes políticos están a la orden del día. Los discursos están construidos de eslóganes, titulares y frases hechas y nos toca contentarnos con lo poco que nos dan, poniendo una gran fe en dichas promesas y creyendo fervorosamente que se asientan sobre bases sólidas.

Lo que sí es cierto es que cualquier cambio que se produzca en el Estado afecta a Andalucía, de una manera o de otra. No olvidemos que nuestro territorio supone la quinta parte del total nacional. Sin duda, donde más nos puede afectar es en el bolsillo. Sin ir más lejos, en términos macroeconómicos el importe de nuestro gasto procede en un 51% de la “solidaridad ínterterritorial” ¿Qué va a pasar si en los acuerdos para la aprobación del Estatuto Catalán el reparto se pone en cuestión? La reducción de esta solidaridad supondría la pérdida para Andalucía, que tiene una población cercana a los 8 millones de habitantes, del orden de 4.300 millones de euros. Casi ná.

En esta nueva carrera de obstáculos, al corredor Cataluña se le vuelven a dar unos metros de ventaja con respecto al corredor Andalucía. Puede que nuestra Autonomía vuelva a llegar la última o la penúltima y sufra la frustración de no llegar a ser nunca una Comunidad de primera: ¡es la Andalucía que vuelve a dejar de soñar!

Quizás estos sean señales de que desde algún despacho político alguien está dando los primeros pasos para convertir España en un estado plurinacional con características de confederación.

Esto y otras cosas inquietan y sería injusto que pasaran inadvertidas y que siguiéramos mirando insistentemente hacia otra parte.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com