«El sector agrario está plenamente alineado a los fines que se marcan en la Agenda 2030”

¿Cuál es según su opinión la situación actual de la agricultura andaluza?

Cuando esta entrevista se publique es muy probable que aun sigamos bajos los efectos perniciosos que el Covid-19 ha provocado en nuestra sociedad, nuestra economía y hasta en nuestro “modus vivendi”, no obstante, esta situación que menciono no ha hecho más que demostrar la inmensa dependencia, vital me atrevería a decir, que tenemos la sociedad de la agricultura. Es posible que se haya reconocido la necesidad de apoyar sin fisura al sector más estratégico que tenemos, espero que también lo hayan hecho las administraciones y lo sigan replicando más con hechos que con palabras. Les pido disculpas por este preámbulo, pero me parecía enormemente necesario dada la transcendencia que nuestra agricultura tiene en la viabilidad como comunidad autónoma. Andalucía representa el 18% aproximadamente de la población de España, si bien supone el 33% de la producción agraria nacional, percibiendo algo menos del 30% de los fondos de la PAC. Desde Cabo de Gata a Ayamonte se desarrolla una actividad que si algo tienen en común es calidad, respeto medioambiental, fijación de la población al medio rural y seguridad alimentaria. Además de niveles de profesionalización equiparables allá donde se den de parecida forma, pero no mejor. Hoy, sin lugar a equivocarnos, podemos asegurar que la agricultura de Andalucía está, o continúa estando, en su mejor momento para que sea tenida en cuenta como el sector donde hay que aplicar los mayores esfuerzos económicos, políticos y sociales que podamos desarrollar desde la sociedad civil y la clase política. El retorno de esas inversiones no solo está asegurado, sino que seremos beneficiados exponencialmente.

¿Cree que tiene asimilado el sector los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?

Sinceramente pienso que alguien tradujo la labor diaria del agricultor para desarrollar los ODS, disculpen mi presunción. Por supuesto, no solamente asimilados, que podría interpretarse como el cumplimiento de unas normas de obligada asunción, sino que además se pone en práctica de forma orgánica en algunos sub-sectores agrarios destacados por su innovación precisamente. Me refiero por ejemplo al sector de los frutos rojos. La puesta en aplicación del PRELSI (Plan de Responsabilidad Ética, Laboral, Social e Igualdad) de INTERFRESA es una muestra de ello. Les invito a que se ilustren e informen, es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos todos los andaluces.

¿Cree que está aportando ya el sector agrícola una contribución a la Agenda 2030?

¡Por supuesto! Como antes decía, el sector agrario es contribuyente nato de la Agenda 2030, la normal actividad y desarrollo de la misma está plenamente alineado a los fines que se marcan en la Agenda. Es más, pienso que simplemente se tendrá que trasponer nuestro “modus operandi” con los requisitos de los ODS, no supondrá ningún trastorno para el sector.

Como presidente de Caja Rural del Sur y su Fundación, ¿cómo están apoyando al sector?

Lo hacemos desde nuestro origen, de hecho, somos parte inherente del mismo, nuestro “apellido” nos define e identifica, sin excluirnos de ningún otro sector, pero nos concede un conocimiento y dedicación inmejorable. Por ello siempre tratamos de buscar las mejores opciones de financiación al sector y al propio medio donde nuestra sociedad se desarrolla. Además, a través de la Fundación de CRSUR, apoyamos a la sociedad en general a mejorar y muy concretamente al sector a implementar apoyos en la organización del mismo, proyectos de I+D+i, mejora de procedimientos y sistemas empresariales, formación profesional, directiva y universitaria; actividades culturales y respaldo de nuestras tradiciones y expresiones identitarias de la sociedad y de nuestro medio rural y agrario. Y sin excluir absolutamente a nada ni a nadie.

¿Qué instrumentos ponen a disposición de los agricultores y las asociaciones agrarias para avanzar en la Agenda 2030?

Principalmente información contrastada y de forma eficiente. Las OPAs tenemos la obligación de cumplir con los objetivos que de forma natural nos vieron nacer, que no son otros más que luchar por la defensa de los intereses de los agricultores en consonancia y total respeto con la legislación vigente. Hoy en día la producción legislativa es de tal magnitud que se hace imposible poder estar al fiel cumplimiento de las normas que permanentemente salen a la luz. Por ello, debe ser desde la correcta organización de profesionales y contando con su total dedicación, desde donde se asuma la ingente tarea de orientar, comunicar y colaborar para cumplir las obligaciones comunes que desde la Agenda 2030 se trasladan a toda la humanidad.

¿Cómo puede la formación contribuir al futuro de la agricultura?

Es un pilar absolutamente esencial. Por ello desde la Fundación nos hemos esforzado mucho, y lo seguiremos haciendo, para seguir prestando facilidades a esta vital acción de desarrollo eficaz de toda sociedad. Y no solo en el aspecto académico, la formación también debe ser profesional, en cualquiera de sus aspectos, así como en términos incluso emocionales, básicos también para mejorar la relación entre las personas, algo de lo que depende esencialmente la agricultura.

Desde su posición como presidente de la FOE y de ASAJA Huelva, ¿cree que el sector está concienciado sobre estos retos? ¿Qué demandas tienen?

Claramente concienciado. De hecho se tiene incardinado en cada actividad asamblearia o colectiva, es conveniente que el sector empresarial sea un referente especialmente destacado en la distribución de la mentalización de estos principios ante la sociedad. Como demandas podríamos indicar que, más allá del “pin”, el movimiento se demuestra andando. El cumplimiento de las premisas de estos retos conlleva una serie de medidas legislativas que se adecuen a las necesidades de las empresas para la correcta y eficiente adaptación, paulatina y con el convencimiento debido, nunca por imposición, puesto que dicha actitud podría crear desequilibrios en las posibilidades de las Pymes principalmente, al no disponer de los recursos necesarios que se exigieran en algún momento.

¿Cómo valora el apoyo que reciben desde el gobierno autonómico?

Pienso que la Junta de Andalucía se ha tomado muy en serio los ODS, creo que podremos contar con la administración andaluza para que, en la medida de sus competencias, facilite esa precisa adaptación o, incluso, puedan brindar las herramientas básicas para hacerlo en un corto periodo de tiempo.

¿Cómo le gustaría que fuera la agricultura andaluza en 2030?

Moderna, 10 años más moderna aún. Resistente, para aguantar los efectos menos favorables de la globalización. Adecuada, a las necesidades de una sociedad exigente a la seguridad alimentaria. Y, sobre todo, reconocida por la sociedad y valorada debidamente para su permanencia y mantenimiento futuro, porque, en definitiva, la pervivencia de la agricultura va ligada directamente a la posibilidad de desarrollo de la sociedad en general.

Manuel Bellido

En la imagen: Manuel Bellido, director de Agenda de la Empresa, junto a José Luis García-Palacios Álvarez, presidente de Caja Rural del Sur y su Fundación

por @mbellido

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