5 niños han sido asesinados y veintisiete personas han sido heridas por una batería de proyectiles que han hecho diana en una escuela de Damasco. Así lo anunciaba la TV estatal, definiéndolo como un ataque terrorista cuyo objetivo era la escuela de San Juan Damasceno, perteneciente al barrio de Qassaa de mayoría cristiana. Una agencia de noticias refería también que otro proyectil había alcanzado a un autobús escolar en Bab Touma, otro barrio de damasco también de mayoría cristiana, otro atentado que ha dejado a cinco alumnos herido. En la misma zona otro mortero explosionaba en la iglesia de la Cruz.  Todos los días mueren personas en Damasco, la mayor parte de ellos son cristianos, como si todas estas muertes formaran parte de un gradual intento de  exterminio del cristianismo en Oriente Medio ¿Es intolerable, pero en cierta manera es obvio este odio que siembra muertes entre los cristianos en unas tierras donde el radicalismo musulmán se ciega desde hace siglos en una guerra para aniquilarlos.

Sin embargo llena de perplejidad  cuando en occidente y concretamente en España, ciertos  partidos políticos hacen  de su aborrecimiento a la Iglesia y a los católicos los puntos fuertes de su estrategia electoral. Ayer cuando todos esperaban de Rubalcaba un discurso con propuestas concretas, constructivas y edificantes en el ámbito económico y  en favor del bienestar de los españoles, dejó perplejo a muchos enarbolando como punto fuerte de su discurso,  la promesa de denunciar el Concordato con la Santa Sede. Sus palabras pusieron en  pie a una buena parte de un enfervorecido auditorio, entre ellos al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Rubalcaba volvía a prometer y garantizar que cuando los socialistas recuperen el Gobierno denunciarán los acuerdos con el Vaticano, retirando símbolos religiosos de los edificios públicos, etc.,  para que no haya «más castas» ni «más élites» dirigiendo a los ciudadanos. Poniéndose uno a imaginar sospecha que entre las medidas que tomará estarán el cierre de Caritas, de los comedores sociales, de los centros de acogida y acompañamiento de personas en situación de exclusión social grave, los centros integrales de empleo, los de acogidas a inmigrantes, las escuelas…. Muchos católicos que militan en el PSOE no lo entendieron, porque son conscientes de que la acción social que está llevando a cabo la Iglesia en España es extraordinaria, devolviendo al Estado más del doble de lo que recibe de los ciudadanos a través de la Declaración de la Renta,  atendiendo a más de 4 millones de españoles a través de la labor social y ahorrándole en Educación al Estado más de 4 millones de euros al año.

Se entiende poco esa ojeriza y esa manía por parte de personas que presumen constantemente, de talante, de tolerancia y de vocación social…   Habrá que seguir profundizando sobre el porqué.

 

por @mbellido

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