Anna Conte y Manuel Bellido. Una imagen de 1983 y otra de 2013. Dos momentos de comunicación activa. Han pasado muchos años pero ya entonces creíamos que teníamos un papel fundamental que desempeñar en el campo de la comunicación. Sabíamos y sabemos que la palabra comunicación tiene su raíz en la palabra latina “communicare”, que significa “poner en común”. Es lo que seguimos intentando hacer también ahora como entonces, esforzándonos en encontrar siempre algo que nos una con quien nos comunicamos. En este caso con los lectores de los medios de comunicación que dirigimos. Hay mucha gente que cree que la comunicación es algo así como salir de uno mismo, presentarse ante el otro para llenarle de lo nuestro y, probablemente, es ahí donde está el error. Nos preocupamos demasiado de nuestro papel como emisores y nos olvidamos de algo, que enfrente hay receptores, personas que van a recoger nuestro mensaje. Nos equivocamos cuando no escuchamos, cuando nos olvidamos del receptor y no tenemos en cuenta sus necesidades.
Tarea apasionante para nuestro trabajo diario como periodistas manejando y distribuyendo información. Decir in-formación es decir triunfo de la forma sobre la materia. La sociedad industrial había privilegiado los valores materiales, y de ahí una cierta tendencia hacia el materialismo. Al privilegiar los valores propios de ‘dar forma’ la sociedad de la información revaloriza el espíritu. Lo digital y las nuevas tecnologías están permitiendo que no haya rincón del mundo que permanezca en la oscuridad; el mundo se hace visible para todos. La humanidad se totaliza, crece la unificación social. Gracias a las nuevas tecnologías y a Internet crece nuestra visión y la eficacia de nuestra percepción del mundo, crece nuestra conciencia total pero sin tener que hacer tanto esfuerzo como en el pasado y, de consecuencia, esto permite que crezca también la capacidad de reflexión. En estas tres corrientes de socialización de la humanidad, de tecnificación y racionalización; de subida simultánea de lo social, de la tecnología y del pensamiento se sitúa Informaria, la empresa informativa a la que damos vida diariamente, junto a un grupo de personas que comparten los mismos objetivos.
1983 – 2013, una evolución basada en los mismos ideales. Informaria es una ventana para ver y para hacer ver. Tratar de ver más y mejor no es un capricho, una curiosidad o un lujo. Ver significa “ser” más, vivir más intensamente. Para el que no ve nada al cabo del mundo la vida cotidiana está llena de mezquindad y de aburrimiento. Para nosotros todo acontecimiento se revela cargado de interés y de promesas. Caminamos hacia una Humanidad colectiva en la que la plena conciencia de cada individuo se apoyará sobre la de todos los demás hombres. Desde el fondo de la materia hasta la cima del espíritu solo hay una evolución. Todo el esfuerzo industrial, estético, científico y moral servirá físicamente para consumar la unidad. Por ese motivo seguiremos trabajando, “comunicando” e “informando”, para que la tierra se siga estremeciendo por el deseo de unidad.