Se ha dado un paso más contra el reclutamiento de niños soldados. El ejército de Myanmar ha devuelto a la vida civil 96 jóvenes reclutados para el ejército cuando aún eran menores de edad. Así lo ha anunciado la ONU, calificando la decisión como «un paso histórico» para poner fin a la utilización de niños soldados, al menos en Myanmar. Un país que en los 18 meses del actual gobierno ha introducido ya varios cambios sustanciales destinados a mejorar la vida de la sociedad civil. Myanmar figura todavía entre las naciones censuradas por el empleo de soldados infantiles en guerras civiles y conflictos armados, que en este caso concreto se han escenificado durante décadas de juntas militares. Desde la firma del acuerdo con la ONU 272 chicos han abandonado ya las filas del ejército. Esperando que gradualmente se ponga fin definitivamente al alistamiento de menores de edad.
Desgraciadamente existen muchos lugares en el mundo donde esta práctica es habitual. Precisamente ayer leía un informe de UNICEF donde hablaba de niños participando en el conflicto de Sudán del Sur, reclutados en el llamado “Ejercito Blanco” una milicia que ha devastado el estado de Jonglei, en el este, en los combates que libra junto a soldados amotinados leales a Machar en la localidad de Bor, en manos rebeldes. 300.000 se calculan que son los menores de 18 años que actualmente combaten en conflictos bélicos en todo el mundo. Estas noticias más que un comentario merecen una reflexión.