Da gusto escuchar diferentes puntos de vista sobre la realidad a personas preparadas y con un cierto nivel intelectual. Da pena escuchar opiniones de  ciertos políticos sobre temas que incluso desconocen o en los cuales no han profundizado.  Con las palabras de algunos se da  un salto de la realidad a la ficción. Con sus mensajes se origina un puente demagógico con frases construidas para confundir, un puente  por el que pueden atravesar muchas otras personas poco informadas y cooperar a inflar el globo engañabobos que rodará por las redacciones de prensa, radio y TV.  Hoy he tenido el atrevimiento de preguntarle a un político, que hablaba duramente de la #LOMCE, si había leído la Ley.   La respuesta fue clara y directa: “no la he leído, ¿para qué?, me basta saber quien la ha hecho para imaginar todas las barbaridades que contiene, además llenarla de religión, religión y más religión”  No hubo tiempo para responderle pues nos despedimos a continuación, pero por si acaso lee este post, quisiera recordarle algunas de las novedades que esta Ley contiene y, al mismo tiempo, invitarlo a profundizar en el tema antes de que siga diciendo tonterías. Estas son las novedades que yo he encontrado: el castellano será lengua vehicular en la enseñanza de todo el Estado, habrá tres modalidades de Bachillerato: Artes; Ciencias y Tecnologías; y Humanidades y Ciencias Sociales, los alumnos con más de dos suspensos no pasarán curso; tampoco si las asignaturas suspensas son Lengua o Matemática, los profesores se consideraran como autoridad pública, se promoverá el préstamo del material escolar, el último curso de la enseñanza obligatoria tendrá dos opciones de inicio: al Bachillerato y a la FP. Se prevé también la creación de una Formación Profesional Básica de dos años, la Educación a la ciudadanía  se diluye en contenidos trasversales, los alumnos deberán someterse a evaluaciones al final de cada etapa. En cuanto a la Religión y su alternativa Valores Sociales o Valores Éticos– serán evaluables y la nota contará para la media. Ambas son optativas desde Primaria; en bachillerato, la Religión será optativa y sin alternativa. No es perfecta esta Ley, podemos discutir sobre ella, pero sin duda es mejor que la actual.

Tremenda desolación produce la ignorancia de ciertos personajes públicos. Sí he dicho ignorancia, que viene de  «ignorar», del latín ignorare -«no saber”.  Y más desolación produce aún ese talante miope  y charlatán que sin razones de peso y a fuerza de eslóganes,  pretende atraer simpatías y votos. Afortunadamente la gente de la calle va entendiendo cada vez más de que pasta están hechos algunos. Afortunadamente hay vida más allá de algunos políticos.  

por @mbellido

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