La República de Eslovenia, es un país soberano de Europa Central, miembro de la Unión Europea, cuya capital es Liubliana. Un país con una naturaleza maravillosa que se encuentra entre Italia, Hungría, Austria y Croacia. Las principales industrias que tejen su economía son las de componentes de coches, química, electrónica, electrodomésticos, artículos metálicos, textiles y muebles. En enero de 2007 adoptó el euro como moneda. Desde hace un año se rumorea que el sistema bancario de este país podría esconder serias dificultades. Es pronto para decirlo, pero Eslovenia podría ser el próximo país de la eurozona en pedir ayuda.  Es posible que la causa sea la misma que ha puesto contra la pared a otros países. En la última década los bancos  habrían concedido muchísimos créditos que después habrían resultado ser tóxicos. Se rumorea que dichos créditos sumarian la quinta parte del PIB de Eslovenia. Estos créditos concedidos por los bancos eslovenos, que en su mayoría son propiedad del Estado, alcanzarían la cifra de siete mil millones de euros. Dos de los bancos más importantes han sido ya rebajados en su clasificación por las agencias de rating. El nuevo gobierno de centro izquierda estudia la posibilidad de crear un “banco malo” para solventar parte de la situación pero no deja de ser delicada ya que en 2012 los bancos según cifras oficiales  perdieron 606 millones de euros. Aunque el Eurogrupo ha ratificado que el caso de Chipre es un caso único, algo de  nerviosismo está calando en los economistas de  Eslovenia y el miedo está contagiando a los inversores. Es lógico que nazcan temores después del caso de Chipre. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Ya se sabe que el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo. Los  vaivenes en  la economía europea no cesan. La situación es grave y lo demuestran los millones de personas sin trabajo, la pérdida de competitividad en las economías nacionales, el descenso de la producción y los problemas de los bancos. Se echa en falta unidad entre los estados europeos. Hemos pasado de desear y aunar esfuerzos para una unión no solo económica sino política a debatir sobre la salida de algunos países de la eurozona. He escuchado a amigos alemanes  decir recientemente ¿por qué hemos de seguir ayudando y rescatar a los países con políticas económicas derrochadoras que no han sabido gestionar sus recursos? A veces ante ciertas preguntas no se sabe que responder. Lo cierto es que llorar por los errores del pasado no sirve a nada. Ahora estamos en la fase de poner las bases de un nuevo modelo donde no se malgaste lo que no se tiene.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com