Al puerto de Pozzallo en Sicilia, llegaba hoy la nave Chimera della Marina Militar italiana con 353 inmigrantes que habían sido rescatados cuando viajaban a bordo de una barcaza pesquera en condiciones inhumanas. Dentro de la barcaza viajaban también 30 cadáveres. Otros prófugos también rescatados que viajaban en la barcaza llegarán mañana al mediodía al mismo puerto.
Los pasajeros eran cerca de 600; demasiados para la capacidad de la barcaza. Las víctimas, aplastados y empujados por los otros pasajeros habrían precipitado en los compartimentos de motores donde habrían respirado gas de descarga y habrían muerto asfixiados.
Según fuentes de la marina militar italiana, en las últimas 48 horas han sido rescatados más de cinco mil indocumentados en el Canal de Sicilia. La mayor parte provienen de Siria y Eritrea donde las condiciones de vida son inhumanas. La tragedia se ha producido en vísperas de que Italia asuma la Presidencia de turno de los 28 países de la UE.
Italia sigue insistiendo que no puede afrontar en solitario la operación de ayuda y rescate de inmigrantes procedentes de África.
El problema de los inmigrantes sin papeles que llegan a nuestras fronteras y a nuestras costas es de la UE, que no puede cerrar los ojos ante la llegada de estos seres humanos que huyen de conflictos armados, de la persecución y del hambre. La Unión Europea debe considerar otras políticas y apoyarlas con financiación suficiente. Estamos hablando de victimas y no culpables.