La palabra carnaza tiene varios significados. Se define como la carne de animal muerto que sirve de alimento a ciertos animales salvajes o también podemos referirla a un trozo pequeño de carne que se usa como cebo para pescar o cazar. Con el tema de los independentistas catalanes, nos estamos encontrando en forma de mensajes, de declaraciones de políticos o de titulares de prensa una cantidad desproporcionada de “carnada cebo” quizás con la intención de atraer lectores, de revolver el rio e intentar pescar algún puñado de votos o simplemente por obtener algún minuto de gloria y protagonismo.
Hacer crecer un tema conflictivo o problemático, que es el significado de echar leña al fuego, es un camino facilón típico de los catastrofistas de turno y de políticos sin esperanza de gobernar que denota poca altura de miras, poca madures emocional, poca preparación, falta de sensatez y gran irresponsabilidad.
Llevamos meses leyendo estos titulares: “Con los independentistas hace falta diálogo”, “anteponer el dialogo político al cumplimiento de la ley”, “hay que reformar la constitución”, «defender el diálogo y el acuerdo», etc., etc., etc… Sin embargo, nadie de los que pronuncian con énfasis estas frases lapidarias, explica de manera pormenorizada en qué consistiría esa propuesta. Dichas frases no son útiles para que la gente entienda si hay o no alternativas reales a lo que viene haciendo el gobierno de Mariano Rajoy. Creo que esa palabrería sin explicación, concreción y definición añade solo confusión y nada más que confusión. Las propuestas tendrían que venir acompañadas de una hoja de ruta y de una meta definida.
Lo que si sabemos es que la jornada del domingo fue un «absoluto fracaso» sobre todo porque dos tercios de los catalanes no consideraron algo serio lo que fue solo una pantomima. Fue un fracaso, porque nada era legal ni democrático. Fue solo un acto de propaganda política, pagado con el dinero de todos. Esto es lo que hay que denunciar. Todo el resto es solo ruido, porque la mayoría de los españoles no quieren liquidar la soberanía nacional.
Hoy la comparecencia de Rajoy me ha resultado correcta, pienso que el Gobierno está actuando con proporcionalidad y que ha cumplido hasta ahora con lo que se espera de un gobierno democrático que tiene ante todo la obligación de salvaguardar la Constitución, la ley, la paz y la unidad de un país. No obstante que los independentistas se han esforzado al máximo, en desafiar con chulería al Estado de derecho, esperando forzar un tipo de fotografía del 9N con la policía interviniendo para retirar las urnas de cartón, el gobierno ha conseguido evitar ese nivel de tensión y enfrentamiento que hubiera resultado fatal.
No estaré de acuerdo en otras cuestiones, sin embargo hoy he visto algo de sensatez en la comparecencia de Rajoy, frente a tanto lugar común, frecuentemente usado en el discurso político y mediático de estos tiempos, como herramienta demagógica para engañar o maquillar la verdad y sacar beneficio propio.