El Gobierno español como otros gobiernos europeos ha decidido suspender temporalmente la actividad de la embajada de España ante la República de Yemen ante la actual situación de inseguridad e inestabilidad en su capital, Sanaa. En el último mes, el grupo chií ha extendido las áreas bajo su control en Yemen y el pasado 6 de febrero disolvió el Parlamento y anunció la formación de un consejo presidencial para gobernar el país interinamente por dos años. “La República de Yemen se está desintegrando”, así lo expresaba el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el jueves 12 de febrero después de que el 22 de enero el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y el Gobierno presentaran su dimisión ante las presiones del movimiento de los hutíes. Hoy Yemen se encuentra ante una encrucijada, o se precipita en una guerra civil y de consecuencia precipita en su propia desintegración o encuentra el modo aviar una transición. Unicef que sigue sobre el terreno está expresando su preocupación por esta crisis que está afectando a mujeres y a niños. Millones de niños están ya sufriendo malnutrición, no van a escuela y muchos son condenados a coger las armas y combatir. La crisis de Yemen parece ya interminable y sin esperanza. 14,7 millones de personas tienen necesidad de ayuda humanitaria. Europa tiene que hacer algo más por los yemenitas para encontrar una solución consensuada al actual estancamiento político y al derramamiento de sangre. Aquellos niños son también nuestros niños.
por @mbellido
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