Para que Nigeria pueda salir de la espiral de violencia se necesita la ayuda Internacional

Ha pasado ya un mes desde que los rebeldes de Boko Haram secuestraran a las 200 niñas nigerianas. “Para que Nigeria pueda salir de la espiral de violencia en la que se encuentra se necesita la ayuda de la Comunidad Internacional”. Son palabras de monseñor Ignatius Kaigama, presidente de la Conferencia episcopal nigeriana. “Boko Haram quiere golpear el corazón de Nigeria. Estoy muy preocupado por las niñas que nunca salieron de su pobre poblado y ahora no se sabe donde están. Confío en que esos valores religiosos invocados por los extremistas impidan que se les haga daño a estas jóvenes inocentes” El obispo añadía que en la agenda de los “talibanes africanos” está la eliminación de la presencia cristiana y de aquellos valores que ellos identifican como occidentales. “El  fenómeno Boko Haram no se ha valorado suficientemente por las autoridades del país que no han sabido reaccionar a tiempo. Además, muchos de los recursos a disposición para hacerlo se han usado impropiamente a causa de la corrupción”.  El obispo sigue implorando en estos días la ayuda internacional subrayando la necesidad de hacer un análisis exhaustivo sobre la procedencia de las armas de los fundamentalistas y de los fondos que financian sus operaciones. “No han funcionado ni los tentativos de la Iglesia de establecer un diálogo con los extremistas, ni las duras represiones por parte de las autoridades del país. Ahora ya no nos queda otra alternativa que rezar para que la niñas sea liberadas, para que cesen los ataques y para que Nigeria reciba ayuda de otra naciones. No por hipócritas intereses políticos, sino para combatir el terrorismo, el hambre y la pobreza”. En estos momentos en las operaciones de búsqueda están colaborando expertos militares americanos, e ingleses, también se han incorporado en los últimos días expertos de Francia y de Israel. Se busca en la selva de Sambisa en el estado de Borno, pero se teme que las niñas se hayan dividido en dos grupos y llevadas a países limítrofes como Chad y Camerún donde Boko Haram tiene importantes bases. Desde aquí yo también me sumo al grito desesperado de sus familias «Bring back our girls»