Esta crisis ha puesto en serias dificultades a demasiadas empresas, hogares, y trabajadores. 2010 ha cerrado las puertas del empleo a muchos miles de personas en Andalucía y también ha cerrado las puertas, definitivamente, a muchas empresas. Ha terminado un año y, como en años anteriores, con nuestro Anuario Empresarial y Económico de Andalucía llegó el momento apropiado para hacer balance, para separar el grano de la paja y elegir, entre la ingente cantidad de noticias publicadas, las más destacadas, las más significativas del año. Y claro está, mientras en la redacción de AE tratábamos de seleccionar los titulares indispensables y más reveladores de lo que fue 2010, no podíamos dejar de pensar en esa realidad que enunciaba al inicio de mi carta: 2010 ha sido un año de profunda crisis.
«Escrita en chino la palabra crisis está compuesta de dos caracteres. Uno representa el peligro y el otro representa la oportunidad», decía John F. Kennedy en 1959. Tomo prestadas las palabras del presidente nortamericano durante uno de sus discursos al pueblo de Indianápolis, en aquel ya lejano año. Me resultan, en su fondo, el pensamiento más idóneo para describir el «modus operandi» que necesitamos para levantar cabeza en los próximos meses. El futuro de nuestra economía depende sólo de nuestras manos y de nuestras cabezas. No podemos dejarnos llevar del pesimismo que hoy sobrevuela constante en nuestra sociedad. Aquí todo ha cambiado. Se trata de inventar un nuevo presente y, de consecuencia, un nuevo futuro. Se trata de trabajar con seriedad, sobriedad y con tanta pasión.
Como decía William Shakespeare, el destino es quien baraja las cartas pero nosotros somos los que jugamos. La economía andaluza aparece, hoy más que nunca, atacada por viejos virus y otros nacidos con la crisis: políticamente insegura, socialmente confundida, más pobre y empresarialmente desmotivada, mucho más cansada. La lectura sociológica de los hechos nos recuerda que los datos no son ni más ni menos negativos, dependen de la flaqueza psicológica con la que se mire. Está claro que en la carta a los Reyes Magos no podemos dejar de pedir, para nuestro tejido empresarial y social, un rearme mental y moral.
Con esta edición de enero os hacemos llegar también otra noticia. Esta vez nuestra. Seguiremos estando en 2011 con nuestros medios on-line y con nuestras ediciones mensuales impresas. Otro año más hemos vuelto a preferir el desafío a la inmovilidad, el reto al éxito fácil. Los andaluces tienen llenos los bolsillos de promesas vacías, de incertidumbres y de eslóganes que ya no encienden ilusiones. La clase burocrática y política tendrá que cambiar y desde estas páginas les animaremos a hacerlo y a recuperar en la política la vocación de servicio. El tejido empresarial necesita confianza y desde estas páginas, a través de ideas, hechos, herramientas y ejemplos, seguiremos ofreciéndola. Y, como siempre, Agenda de la Empresa estará llena de nuestro habitual incorregible optimismo. Porque creemos en lo que hacemos y en las empresas que miran hacia adelante, con esfuerzo constante y creatividad.
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