Me acabo de despertar con las primeras luces del alba. Unos pocos rayos de sol están entrando en la habitación y tímidamente se acercan a mis ojos. Es la misma luz que estará invadiendo miles de habitaciones, inundando sábanas, almohadas y corazones sobresaltados por la emoción de cultivar, también hoy, sensaciones nuevas, las que traiga el nuevo día. Me afeito y observo que el espejo ha envejecido algo más. La cuchilla de afeitar rasca un poco mi barbilla, la tendré que cambiar, se lleva mi barba y los sueños de la noche. Por la ventana entra el rumor de la calle que también despierta. Imagino tacones, escotes y bocas besando pintalabios, bicicletas, portafolios con secretos que avanzan silenciosos hacia despachos y ventanillas, camisas sin corbatas y coches rebosando de noticias y de FM. Me ducho y por el desagüe va desapareciendo alocadamente la espuma del champú, la fragancia del gel y un ovillo de pensamientos. Yo también me pongo en marcha, el cielo está mudo y azul y una voz que no sé de dónde llega hace que la escena se vuelva a reanimar: ¡se rueda! ¿Llueve? No, son los goterones de un aire acondicionado que chorrea sobre la acera. Camino y mientras observo ventanas que se abren, persianas que se bajan, macetas que se riegan, un río de coches va anegando caudaloso la calle. Esas latas con ruedas, llevan dentro historias, suspiros y estrecheces que llenan de curiosidad. Hoy, para muchos, para todos, vuelve a iniciar el mundo. Cada día empieza y el ayer ya no existe. Vamos todos en fila, caminando dentro de este viento de julio que huele ya a vacaciones. Cada uno solo, pero todos juntos, uno al lado del otro, sin conocernos y sin mirarnos, avanzando a trompicones por las calles y por la vida, a veces rebeldes, a veces con miedo, a veces satisfechos.
Hoy camino con un sueño en el bolsillo. A alguien se le cayó anoche en medio de la calle y al recogerlo para devolvérselo, me miró sonriendo y me dijo: para ti, tenlo tú. Miró al cielo y se despreocupó. En ese instante una estrella fugaz cruzaba el firmamento. Creo que es ese el pensamiento que vuela en este instante en el cielo. A ver si lo pillo y me quedo con él, cómo hacen los enamorados en su ingenua locura, que son capaces de vivir en un solo instante lo más hermosos de todos los amores que existieron y existirán. Gracias a la vida. Sublime forma de estrenar el día.

por @mbellido

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