Das Versprechen es, a mi parecer, el mejor libro del escritor y dramaturgo suizo, Friedrich Dürrenmatt: un libro sobrio que huye de subrayados expresionistas, de la contemplación cómplice del horror o del complaciente esbozo de la deformidad grotesca, esos aspectos de la manera teatral que, a veces, alimentaron los textos y el modo de narrar del autor en otras novelas. Es este libro, sin embargo, la narración es remota, la escena se desarrolla en otra parte, y el mismo escritor es protagonista del libro en el papel pasivo de un oyente, al cual, durante un viaje en coche, bajo un cielo gris y lluvioso, le viene narrada la historia del comisario Matthäi, un genio de la investigación, que cierra con su brillante carrera para intentar descubrir a un maniaco asesino de niñas, tras habérselo prometido a los padres de una de las víctimas. Un inoportuno tiro de la suerte impedirá a Matthäi llevar hasta el final su plan que, según sabremos posteriormente, provenía de un razonamiento bien estructurado y exacto. Derrotado, se perderá en el laberinto de la locura. Libro escrito para ser, como dice el subtítulo, un réquiem a la novela policiaca, genero que siempre apasionó a Dürrenmatt por su gran legibilidad, popularidad y por su catadura filosófica en el enfrentamiento entre el bien y el mal.
Das Versprechen, la promesa, no destruye solamente un mito literario según el cual el detective, en virtud de su labor y empeño, descubre y captura al criminal, sino que mete en discusión la eficacia misma de la inteligencia humana y el poder de la lógica. Hoy, la actualidad y la inseguridad creciente que nos acosa, traen a mi memoria este libro que leí hace años.
He sabido que la Audiencia Provincial de Sevilla ha absuelto a tres acusados de haberse aprovechado sexualmente de una menor de 16 años de edad en la barriada de Los Remedios, mientras que ha condenado a dos años de prisión a otro. Todo ello dentro de un juicio que tuvo que ser suspendido inicialmente debido al extravío de 29 cintas de vídeo y un número indeterminado de DVDs que incriminaban a los acusados. Los presuntos autores del asesinato de Marta del Castillo siguen riéndose de la justicia, el cuerpo no se encuentra y la policía tampoco acierta en sus indagaciones. Un joven recibe dos puñaladas presuntamente por los dos reclusos que se fugaron de la cárcel Sevilla 1 en la madrugada del pasado jueves…. Así podríamos continuar con una larga lista. Más seguridad ciudadana es la promesa que todos los políticos nos hacen durante las campañas electorales. La realidad es que en el enfrentamiento entre el bien y el mal sigue ganando este último. Vivimos en una sociedad insegura, donde los presos se fugan de las cárceles, se agrede sin mediar palabra a la gente y aumenta la violencia entre los jóvenes. Ayer, concretamente, agredieron a un equipo del 061 al atender una emergencia en una barriada de Sevilla, se roban bolsos y carteras a plena luz del día, se desvalijan tiendas con cuchillos y hachas en mano. ¿Volverán los partidos a prometernos más seguridad ciudadana en las próximas elecciones?
Promesas, promesas, promesas.
Manuel Bellido