“Hay gente pa to” decía el gran maestro y califa del toreo cordobés Guerrita y hoy también lo digo yo. Acabo de escuchar en la radio a alguien que pretendía hacer creer a la audiencia que a través de internet se puede permitir a las personas ejercer la democracia, votando, etc. Soy persona que respeto todas las opiniones, pero sobre esta tengo que decir que me parece carente de fundamento. Al menos el 30% de la población está excluida de esta posibilidad, porque no tienen ni siquiera un ordenador en su casa y una parte muy considerable de la sociedad todavía lo de internet le parece ingeniería aeroespacial. También decía este señor que en la red se puede ejercer el derecho de libertad de expresión y difundir esa opinión a millones de personas.
Al respecto tengo que decir que cada vez es más compleja la competencia en la Red. Para que una página aparezca en los primeros sitios del buscador, se requiere mucho esfuerzo técnico, intelectual y económico. Es el único modo de tener visibilidad y tráfico. Tener una página web sin esos requisitos es como escribir una frase sobre un muro de un barrio periférico de un pueblo y pretender que ese pensamiento de la vuelta al mundo. El derecho de libertad de expresión se tiene, como se tiene cuando hablamos tomando una cerveza en el bar con los amigos, pero la propagación y difusión de esa opinión es harina de otro costal.
Hay un spot publicitario en TV que invita a la gente a construirse una web y al final dice: “todo el mundo podrá encontrarte” Tiene miga la frase.
Internet, es verdad, nos abre la posibilidad de conectarnos con millones de personas. Una Web ofrece la posibilidad de publicar contenidos visibles al mundo entero, lástima que la mayor parte de las veces serán muy pocos en el mundo los que podrán leerlo a no ser que los recursos económicos permitan usar todos los medios para que los buscadores sitúen ese contenido en el primer lugar de la búsqueda. Con esto no quiero desanimar a nadie, de ilusión también se vive.