Como dice Woody Allen, el futuro es el sitio donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas. Por ese motivo, entiendo que el presente es el lugar más adecuado para redefinir nuestras empresas, nuestros roles, nuestros trabajos y orientar las metas y propósitos de la sociedad en la que vivimos. La tecnología que avanza a pasos agigantados tiene dos posibilidades: desplazar la labor humana o integrarla en nuevas actividades.

La revolución digital está acelerando la innovación, impulsando nuevos sectores productivos y de forma irreversible cambiando el empleo y la economía en general. En este proceso se hace necesario, diría más, se hace indispensable, que se abra un serio diálogo entre industria y universidad para responder con formación adecuada a los nuevos perfiles profesionales que está demandando el mercado gracias a Internet y a las nuevas tecnologías.

Subrayaba recientemente que es tan urgente meter mano a la creación y cualificación de nuevos perfiles profesionales que conformarán estas nuevas industrias que, de no hacerlo, arriesgamos que nuestros hijos no puedan acceder a este mercado por falta de preparación y seamos colonizados laboralmente por otros países. Por tanto, este diálogo entre industria, gobierno y mundo universitario debe tener presente un doble objetivo. Por un lado, conseguir que los títulos de grado y máster que ofertan las universidades españolas tengan un perfil más adecuado a las necesidades del sector, las nuevas profesiones digitales. Por otro, que los centros universitarios especializados en formación en el sector de la economía digital puedan ofrecer mayor número de titulaciones oficiales. Las naciones que avanzan son aquellas donde los sectores públicos y privados se unen y suman esfuerzos en materias claves de la economía. El sector de la economía digital a través de la industria de contenidos digitales, las smart cities y la industria 4.0 es el que va a contar con mayor empleabilidad en los próximos años.

En España, en la actualidad, hay 71 universidades que ofertan titulaciones de electrónica y economía digital, sumando una oferta formativa de 259 planes de estudios. Las titulaciones más ofertadas son las de ingeniería informática, que se imparten en 101 planes de estudios, y  telecomunicaciones, en 60 planes de estudio.

Al margen de estas titulaciones generalistas, algunas universidades ya cuentan con titulaciones más adaptadas a la demanda de profesionales por parte de las empresas de este sector. Algunos son los grados en desarrollo de contenidos digitales, en animación, en diseño visual de contenidos digitales, el máster en programación de videojuegos o el máster en computación gráfica y animación.

Mientras trabajábamos en este monográfico que hoy presentamos, algunos empresarios del sector de la economía digital nos decían que una de las dificultades que encontraban para conformar los equipos de producción, en cuanto a recursos humanos, era encontrar personal con perfiles definidos y cualificados.

Deduzco que, pese a la oferta de cursos especializados en contenidos digitales, la mayor parte de ellos aún no llegan a cumplir los requisitos de capacitación necesarios para las empresas. La formación no siempre ha estado orientada a la práctica profesional.

Es por tanto de aplaudir la creación del ‘Libro blanco para el diseño de las titulaciones universitarias en el marco de la economía digital’ que se presentó el pasado 22 de septiembre en la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la S.I.

En su realización han participado, además de los Ministerios de Industria, Energía y Turismo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Ministerio de Economía y Competitividad, asociaciones como AMETIC, ADIGITAL, CONETIC, CRUE y ANECA.

Ciertamente, se trata de una actuación eficaz que ha conseguido impulsar la colaboración entre todos los agentes implicados con el fin de adaptar a la demanda real de este sector la oferta de titulaciones universitarias en el ámbito de la economía digital.

Ahora la educación privada y la pública tienen por delante el reto de formar a la juventud española en calidad y en cantidad, para no perder ni una sola oportunidad. Se supone que la demanda de estos perfiles profesionales en 2017 se plasme en 700.000 nuevos empleos. Los robots no solo no nos robarán nuestros empleos, sino que serán la excusa para generar muchos más.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com