«Nuestro principal objetivo es evitar que la crisis económica se convierta en una crisis social»

Francisco Vallejo. El consejero de Innovación explica cuáles son los
objetivos a desarrollar a corto o medio plazo ante la crisis

Agenda de la Empresa: ¿Cuáles son los principales objetivos a corto o medio plazo que se marca su Consejería para hacer frente a la actual situación de crisis económica?
Francisco Vallejo: Nuestra principal preocupación en estos momentos es que la crisis económica no se convierta en una crisis social, y para ello estamos articulando medidas de apoyo al tejido productivo y a los ciudadanos que persiguen dos objetivos a corto plazo: no perder músculo empresarial y mantener el empleo. Pero no debemos olvidar que la crisis es algo coyuntural y, por tanto, no puede hacer que perdamos de vista los retos que nos hemos marcado a medio y largo plazo y en los que hemos fijado todos nuestros esfuerzos en los últimos años. Por ello, además de tomar medidas inmediatas frente a la crisis, también continuamos trabajando para conseguir que nuestra economía se sustente cada vez más en el conocimiento, esté compuesta por un tejido productivo más competitivo e innovador, que colabora en su desarrollo con la universidad y los grupos de investigación. Olvidar todos estos retos sería una irresponsabilidad por nuestra parte. Debemos solucionar los problemas de hoy y poner las bases de un modelo de futuro.

A.E.: ¿Qué instrumentos son los que han puesto en marcha desde su Consejería para hacer frente a esta situación?

F.V.: En los últimos meses venimos trabajando en un rediseño integral de todos los instrumentos con los que cuenta la Consejería de apoyo al tejido productivo para adaptarlos a las nuevas necesidades que ha impuesto la actual situación de crisis económica en todo el mundo. En este tiempo hemos replanteado nuestra principal herramienta de apoyo a las empresas, la Orden de Incentivos al Fomento de la Innovación y el Desarrollo Empresarial con la que pretendemos seguir impulsado la creación de empresas, la modernización de las mismas, la cooperación y la inversión en proyectos de I+D+i empresarial. La hemos dotado la nueva Orden con 1.500 millones de euros hasta 2013 y la hemos adaptado a la nueva coyuntura económica, acortando aún más los tiempos de respuesta, reduciendo la complejidad del proceso administrativo y ampliando el tipo de instrumentos a nuestro alcance para impulsar nuevos proyectos. También hemos activado, dentro de la misma, una línea de apoyo al gasto corriente de pymes innovadoras de reciente creación, que cubrirá una parte de los gastos como el alquiler de instalaciones y equipos, costes salariales, intereses de financiación externa, o gastos de suministro de energía, entre otros. Hemos puesto en marcha una nueva Orden de Incentivos a Empresas Viables con problemas puntuales de liquidez, dotada con 87 millones de euros para impedir que cese la actividad de empresas que funcionan bien pero se están viendo afectadas por falta de liquidez en los mercados financieros. Y hemos planteado también medidas encaminadas a reactivar aquellos sectores en los que el impacto de la crisis ha sido mayor en términos de facturación y, sobre todo, de empleo, como el de la construcción y los subsectores industriales asociados (madera, mármol, cerámica…), con instrumentos como el Programa de Suelos Productivos de Andalucía (PROSPA), cuya primera fase ya hemos puestos en marcha y que prevé 15 actuaciones en Parques Científicos y empresariales de toda Andalucía, con una inversión superior a los 400 millones de euros; o el Programa de Naves Industriales que gestiona la Agencia IDEA, para construir 600.000 m2 de instalaciones de este tipo en entornos rurales, que facilite el alojamiento de pymes.

A.E.: ¿Qué le parece el papel que están jugando las entidades financieras en el actual escenario económico?

F.V.: Ha habido una evolución a mejor en el comportamiento del sistema financiero desde el inicio de la crisis hasta ahora, pero creo que los bancos y cajas deben tener un compromiso aún mayor, porque su cuota de responsabilidad también es mayor que la del resto de instituciones. Aún existen muchas dudas sobre la dimensión de esta crisis y las previsiones de recuperación de la economía mundial, pero hay dos elementos en los que parecen coincidir todos los analistas: el primero es que esta crisis ha tenido su origen en un mal funcionamiento del sistema financiero, y el segundo, y quizás de más difícil comprensión para el ciudadano, es que el primer paso para la salida de esta crisis pasa por el salvamento del sistema financiero. Es un ejercicio de responsabilidad, y así lo están entendiendo todos los Gobiernos, entre ellos el Andaluz, que están apoyando la recuperación de este pilar económico. Pero, insisto, este apoyo debe ser sólo el primer paso y debe venir acompañado de una mayor implicación por parte de las entidades financieras para que, entre todos, consigamos superar esta crisis. Y para ello las entidades financieras deben reactivar el crédito a familias y empresas, que son quienes en estos momentos sufren las consecuencias de una situación que ha venido motivada en gran medida por la irresponsabilidad que ha operado en los últimos años en el propio sistema bancario.

A.E.: ¿Podría dar algún mensaje a las pequeñas y medianas empresas andaluzas para afrontar estos difíciles momentos?

F.V.: Hay algunos consejos que, si bien tienen validez en cualquier momento, cobran mayor importancia en la actual coyuntura, como la necesidad de extremar las precauciones ante los impagos o tratar de reducir los costes de funcionamiento mejorando la eficiencia en los procesos. Pero creo que más allá de lanzar mensajes, lo mejor que podemos hacer por las pymes en estos momentos es lo que estamos haciendo, actuar, poniendo todos los recursos que están a nuestro alcance para que nuestro tejido productivo siga manteniendo la actividad y seguir apoyando a los nuevos emprendedores y la empresas con espíritu innovador. Lo que sí me gustaría transmitir a nuestras empresas es que la mejor manera para afrontar una situación económica como la actual es apostar por la competitividad, el conocimiento y la innovación, por aquello que hace nuestro negocio diferente al resto y aporta valor añadido.

A.E.: ¿Pero cómo puede innovar la pequeña empresa para ser más competitiva en un momento de restricción económica?

F.V.: La innovación va más allá del simple hecho de crear una patente o de introducir una determinada tecnología en un empresa… Una pyme puede innovar incorporando algo nuevo, por pequeño que sea, que mejore su producción, su servicio o su comercialización. Cualquier novedad que haga más competitivo un negocio frente a otros de su propio sector o de otros mercados, eso es innovación. En mi opinión, la innovación debe ser parte de la filosofía de una empresa, un concepto que impregne la estrategia empresarial por la que queremos conducir nuestro negocio, en el presente y en el futuro. Para conseguir este objetivo la Consejería trabaja con herramientas y programas como Novapyme y E-cluster. Novapyme ofrece a las pequeñas y medianas empresas asesoramiento gratuito y personalizado sobre las tecnologías que pueden mejorar su negocio. Para ello, disponemos de más de 250 técnicos repartidos por todo el territorio andaluz. Junto a esta iniciativa tiene también un papel importante el programa E-Cluster, que persigue la implantación de soluciones TIC colectivas en el conjunto de las pymes de los principales sectores productivos andaluces. Estos programas trabajan bajo el paraguas de la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía, una red de innovación que llega a la totalidad del territorio andaluz y que permeabiliza la generación y transferencia de conocimiento a todo el tejido productivo fomentando clusters, fusiones y redes de empresa. Gracias a este instrumento se incrementar la participación de las pymes en los centros tecnológicos y se aumenta la incorporación de la innovación, tecnológica y no tecnológica, especialmente en las micropymes.

A.E.: Su Consejería ha apostado decididamente por organismos como RETA y la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) ¿qué desarrollo han tenido ambos instrumentos y qué labor desarrollan en la actual coyuntura económica?

F.V.: Tanto la Red de Espacios Tecnológicos de Andalucía (RETA), como la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) son dos herramientas creadas específicamente para impulsar la innovación en nuestro tejido productivo, aunque de forma diferente en cada caso. RETA es una Red que conecta a todos los parques tecnológicos y agentes del sistema andaluz de conocimiento y cuya misión es fomentar la innovación y la mejora de la competitividad en todo el tejido empresarial andaluz, independientemente de que las empresas estén en un parque tecnológico o en un polígono industrial. Esta Red ha ayudado ya a más de 55.000 empresas y prestará este año sus servicios a más de 80.000 firmas andaluzas, fundamentalmente pymes y empresas situadas en polígonos industriales, a través de las casi 200 agrupaciones tecnológicas que existen repartidas por todo el territorio andaluz. Además de continuar prestando sus servicios, la Red desarrollará también a partir de ahora un papel muy importante en la aplicación de lo que llamamos ‘cheque tecnológico’, incentivos a fondo perdido de hasta 9.000 euros que las pymes y micropymes podrán solicitar a partir de abril para gastarlo en servicios tecnológicos e innovadores que les permitan mejorar su negocio. Con este cheque, la empresas podrán mejorar su proceso productivo, contratar asistencia para desarrollar o fabricar un nuevo producto, utilizar el comercio electrónico, asesorarse para mejorar su actividad o elaborar un plan comercial. CTA, por su parte, desarrolla un papel fundamental como motor de proyectos de I+D+i en los que están presentes grandes y pequeñas empresas y grupos de investigación andaluces. La Corporación ha respaldado hasta el momento 218 iniciativas empresariales de I+D+i a las que se han concedido unos 62 millones de incentivos y que han movilizado una inversión privada superior a los 200 millones de euros. En estos proyectos han participado 211 grupos de investigación y más de 1.000 investigadores de universidades, hospitales y centros de investigación andaluces. Y la lista de proyectos sigue creciendo. Los resultados demuestran que ambas herramientas han sido y son muy eficaces, y seguiremos apostando por ellas por esta razón y porque su papel cobra aún más importancia en la coyuntura actual, porque, como he dicho antes, la innovación y el conocimiento son las mejores armas con las que contamos para luchar contra la crisis.

A.E.: El sector aeronáutico es uno de los que está manteniendo el tipo frente a la crisis económica y Alestis es buena prueba de ello. ¿Qué supone para Andalucía contar con un proyecto empresarial como este?

F.V.: Para la industria andaluza en general y aeronáutica en particular, la constitución de Alestis es una gran noticia, porque no todos los días nace una empresa con un capital inicial de 120 millones de euros, con una importante capacidad industrial y con la participación de las cajas de ahorro andaluzas e importantes compañías como el Grupo Alcor, Ficosa, Sacesa o la propia EADS, aunque tenga una participación minoritaria. El sector aeronáutico andaluz necesitaba contar con una empresa como esta con capacidad para convertirse en «tier one», en proveedor de primer nivel de los grandes fabricantes aeronáuticos, que están aplicando una nueva política de reducción de sus proveedores directos a número limitado de compañías capaces de abordar proyectos de forma integral. Esto significa ser capaces de ir más allá que fabricar, hay que abordar grandes paquetes de trabajo de forma completa, incluyendo diseño, ingeniería, desarrollo e, incluso, participación a riesgo. Alestis ha demostrado en su escaso tiempo de funcionamiento que es capaz de asumir este papel que hasta ahora, por capacidad, no podía ejercer otra empresa de nuestra industria aeronáutica. La mejor muestra la tenemos en los dos importantes contratos del nuevo avión de pasajeros que desarrolla Airbus, el A350, y que han sido adjudicados a esta empresa, que suponen una inversión de 1.800 millones de euros y la creación de más 1.200 empleos directos y otros 4.000 indirectos.

A.E.: El sector de las energías renovables ha sido otra de las apuestas andaluzas en los últimos años ¿se resentirá a causa de la crisis?

F.V.: En la actual coyuntura internacional lo que ha comenzado como una crisis financiera ha ido extendiéndose hacia el resto de sectores económicos y productivos, incluido el energético, con la consiguiente necesidad de revisar muchos de nuestros planteamientos para tratar de encontrar soluciones a la crisis. En este contexto han aparecido nuevas variables (abaratamiento del petróleo, debate sobre la energía nuclear…) que pueden hacernos caer en el error de optar por soluciones que parecen fáciles a corto plazo y que, sin embargo, pueden suponer un freno, e incluso un retroceso, en el camino andado en las últimas décadas hacia un modelo de crecimiento sostenible en el que España y Andalucía se han posicionado con un claro liderazgo. Puede parecer normal que en la actual coyuntura internacional cambien las prioridades de la agenda política, pero creo que no debemos permitir que la crisis económica nos distraiga de otra crisis que puede tener unos efectos muy negativos a medio y largo plazo, la crisis energética. Es precisamente ahora que vivimos inmersos en una crisis financiera y energética a nivel mundial, con un modelo todavía basado en gran medida en combustibles fósiles agotables, cuando las energías renovables deben ser más que nunca una oportunidad para sortear la crisis sin abandonar el desarrollo sostenible, evolucionando hacia un nuevo sistema energético. Y nuestra comunidad autónoma dispone de recursos renovables suficientes, de conocimiento científico y de tejido empresarial e industrial preparado para reforzar nuestra economía y, además, como efecto colateral positivo, alejar a nuestro país de la dependencia energética exterior.

A.E.: ¿En qué punto se encuentra la comunidad andaluza en el desarrollo de la Sociedad de la Información y el Conocimiento?

F.V.: Andalucía ha avanzado mucho en la utilización de las tecnologías de la información y el conocimiento en los últimos años. Los datos del INE revelan que los ciudadanos y las empresas andaluzas utilizan cada vez más las nuevas tecnologías en sus actividades diarias.

Casi el 60% de los hogares andaluces cuenta ya con algún ordenador y en torno a un 40% tiene conexión a Internet, aunque el porcentaje de usuarios que utilizan la red es algo mayor, sobre un 53%. También nuestro tejido productivo ha ganado posiciones. Más del 98% de las empresas andaluzas dispone de ordenador y más del 93% tiene acceso a Internet y utiliza el correo electrónico. En este avance ha tenido mucho que ver la apuesta que Andalucía está realizando para potenciar el desarrollo de infraestructuras relacionadas con la Sociedad de la Información y por difundir el potencial de las TIC entre nuestras empresas. La banda ancha llega ya al 97% de la población andaluza y hemos puesto en marcha nuevos incentivos para que a finales de este año el 100% de los núcleos de población andaluces disponga de la infraestructura necesaria que le dé acceso a esta tecnología. Esta realidad es la que nos va a permitir hacer de Internet un servicio público básico y de acceso gratuito al que tenga derecho toda la ciudadanía andaluza en igualdad de condiciones. Respecto al uso ciudadanos de las nuevas tecnologías, también está realizando un gran papel la Red de centros Guadalinfo que hemos potenciado, que cuenta ya con 751 centros de formación y acceso público a Internet repartidos por todos los municipios andaluces, que han posibilitado superar la brecha digital en el entorno rural y que han llevado el acceso gratuito a Internet a más de 1,7 millones de ciudadanos de municipios de hasta 20.000 habitantes y barriadas en riesgos de exclusión social. Se trata de la mayor red de acceso público a Internet de toda Europa.

A.E.: Andalucía se ha sumado a la lista de regiones de todo el mundo que serán examinadas por la OCDE, en materia educativa, una evaluación externa de las universidades andaluzas ¿Qué calificación prevé que sacaremos?

F.V.: Desde la Consejería de Innovación y desde las propias universidades públicas andaluzas trabajamos desde hace años por mejorar cada vez más la calidad de la enseñanza y la investigación universitaria en nuestra comunidad. Independientemente de cuál sea el resultado de esta evaluación, Andalucía acude a ella de forma voluntaria con el objetivo fundamental de detectar aquellos aspectos donde es más necesario intensificar los esfuerzos para seguir mejorando. No obstante, es evidente que nuestro sistema, al igual que el de muchas otras regiones españolas, necesita adaptarse a los nuevos retos del futuro y a la integración que nos marca el entorno universitario europeo, sobre todo con el fin de que nuestros futuros licenciados puedan competir al mismo nivel con los de cualquier país de la Unión Europea. Y para eso estamos adaptándonos a las exigencias de Bolonia. Tenemos que tener claro que el futuro de nuestra economía pasa por una apuesta decida por la innovación, la investigación y el conocimiento. Ese es nuestro camino. Nuestro conocimiento parte sobre todo de nuestras universidades, en las que debemos seguir potenciando una investigación y una enseñanza de calidad que haga nuestra economía más fuerte y competitiva.

Manuel Bellido

por @mbellido

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