Abstención es la circunstancia por la cual un potencial votante en unas elecciones decide no ejercer su derecho al voto. De consecuencia, el que se abstiene se tiene que conformar con el resultado del voto de los electores que sí votaron. 2.352.973 son las personas que se abstuvieron en las pasadas elecciones del 25M en Andalucía. ¿El motivo? Difícil de analizar y entender en profundidad. Claramente los 35.048 que ejercieron su derecho al voto con un voto en blanco, estaban dando la espalda a la clase política. Sin embargo los motivos que hicieron que esos más de dos millones de personas no fueran a votar son más arduos de comprender. ¿Razón política, razón técnica, desentendimiento, desencanto? ¿Les da igual quién les gobierne? ¿No les afectan las decisiones políticas? ¿Prefirieron tomarse el día de asueto, seguros de que el resultado sin su voto no variaría el resultado pronosticado por las encuestas? ¿Pensaban que votando o no votando, por la magia de los acuerdos post electorales gobernarían incluso lo que no hubieran ganado?
Evidentemente no se sabe a ciencia cierta cuál habría sido el resultado de las elecciones si en lugar de votar 3.876.780 personas, lo hubieran hecho 6.228.955, que es el censo de los andaluces con derecho a voto. Lo cierto es que este desinterés y malestar entre los ciudadanos deslegitiman y deslucen, en un cierto modo, el propio sistema democrático.
El resultado de las elecciones es el que es y así lo aceptamos todos. La formación del nuevo Gobierno andaluz se hará de acuerdo a los pactos entre los partidos y estamos seguros de que todos pondrán de su parte en la lucha contra la crisis y el paro a fin de crear las condiciones necesarias para que muchos ciudadanos se animen a emprender y se constituyan más empresas. Tanto los políticos como el resto de los andaluces saben que de las empresas depende la creación de riqueza y el empleo, que solo así podremos esperar salir lo antes posible de la crisis, incrementar nuestra competitividad e incrementar el bienestar de la sociedad y la calidad de vida de nuestra tierra.
Damos la enhorabuena al ganador y ánimos a quien tendrá que gobernar. Le recordamos que todos esperan mucho de su gestión, pero sobre todo los parados, los jóvenes y los miles de empresarios que están en riesgo de desaparición. Desde estas páginas seguiremos, como hasta ahora, describiendo todo aquello que de positivo se haga desde las empresas, las instituciones y, por supuesto, desde la Administración Pública. Pero creemos preciso e indispensable que desde los partidos se dedique un momento a reflexionar sobre los motivos que han llevado a 2.352.973 personas a no ejercer su derecho al voto. Abstención pasiva o abstención activa es una señal de alarma para entender que algo está fallando. Valdría la pena reflexionar.