¿Viejos rockeros?

Hoy un estudiante que ha descubierto que en mi juventud componía, me ha preguntado si yo era un viejo rockero. La pregunta me ha hecho volver la vista atrás. Ha pasado medio siglo desde que salió a la venta el primer álbum de los cuatro de Liverpool y casi sesenta años de aquel Rock around the cloc que dio inicio a la epopeya del rock’n’roll. Desde finales de la década de los sesenta, época dorada del “Rock clásico”, con sus luces y sombras, esta música, sigue regalando emociones. Miles de canciones siguen vivas y no importa si se compusieron hacen treinta o cuarenta años, llegan a la generación actual con una gran de carga emotividad y produciendo torrentes de estremecimientos. El rock sigue sobreviviendo en muchos grupos juveniles que siguen componiendo canciones reproduciendo los esquemas originales. Creo que el rock no será nunca cosa de viejos para ninguna generación y siempre tendrá algo que decir desde el punto de vista sociológico, ideológico, como fenómeno de mercado o de estilo y sobre todo como vehículo de comunicación. Muchos han sido los estilos que han derivado de ese tronco, desde el punk al hard-rock o a todo aquello que generado la sub-cultura hip-hop. Ningun estilo ha conseguido enterrarlo. Quizás haya perdido algo de su carga transgresiva pero su espesor expresivo ha sido capaz de irse adecuando en cada momento a las exigencias del mercado musical para sobrevivir. También para los chicos del tercer milenio esta etiqueta recoge, como en su época de oro, algo que sobreentiende, amplifica y sintetiza una cierta búsqueda de identidad, a veces política, a veces espiritual. En el fondo esta música algo heredó de la tradición folk de la canción protesta, por eso se le asoció en ciertos momentos al activismo político o al cambio de actitud generacional con respecto al racismo, el sexo o a las drogas. Una música que siempre ha llevado en su sangre algo de revuelta; una manera de expresar la rebeldía contra el presunto conformismo de la generación adulta. Escuchando algunos grupos actuales encontraba que una buena parte de lo que hoy se produce contiene bastantes vaguedades y elementos contradictorios en sus contenidos y textos. Por otra parte, casi las mismas que inyectaron en sus creaciones sus padres fundadores y, de consecuencia, en este aspecto el rock sigue siendo lo que siempre ha sido.