La introducción de la confirmación de lectura de los mensajes (el doble signo en azul) en WhatsApp ha generado una tal ola de críticas que podría propiciar incluso la retirada de esta nueva función. La mayoría de las críticas y los comentarios negativos al respecto se hacen en nombre de la “privacidad”, que según muchos, la pone en peligro, al avisar al remitente de un mensaje, de su efectiva recepción y lectura. Las opiniones en realidad están divididas, ya que para algunos es un servicio y para otros un sistema que invade el ámbito de la intimidad.
Es curioso que hasta ahora nadie ha puesto en discusión otros servicios en otros medios de comunicación que, de una manera u otra, también lo hacen. Por ejemplo en el correo electrónico, donde es posible recibir un feedback del interlocutor, ofreciendo la posibilidad de pedir confirmación de lectura cuando se envía un e-mail. Nunca escuche criticar esta función indicando violación de la privacidad, probablemente porque este aviso, nada tiene que ver con la tutela de los datos personales. La confirmación de lectura tiene solo un valor informativo inmediato. Otra cosa es que la plataforma WhatsApp obtenga con esta información una serie de datos en cuanto al tiempo de respuesta y de lectura de los mensajes que contribuyan a dibujar las pautas de comportamiento de los usuarios; datos útiles para fines comerciales y publicitarios.
Sabemos que muchas de estas herramientas, en algunos casos ayudan a sus gestores en la tarea de definir nuestros comportamientos con y en los medios de comunicación y esto sí que termina por invadir un ámbito personal. En este caso conviene reflexionar sobre el asunto y estudiar si es necesario proteger al usuario con una cierta regulación.