Estoy leyendo un libro sobre Steve Jobs, que el pasado 6 de octubre falleció a los 56 años de edad, victima de esa horrorosa enfermedad a la que todavía no se le encuentra cura. El fundador de Apple no solo ha sido un genio de la informática, ha sido una persona excepcional que ha ofrecido todo su talento al servicio de la Humanidad. Jobs ha acercado la tecnología a las personas interviniendo de una manera activa en mejorar el bienestar de la sociedad. Este libro y otros textos que leo en estos días por el tema de portada que preparamos para febrero en la revista que dirijo, me han hecho reflexionar sobre los avances tecnológicos, la Sociedad del Conocimiento y los valores que deben sostener este nuevo escenario científico-tecnológico, abierto y universal, vertebrado por ese sistema nervioso cuyo embrión es Internet. Ya vivimos en red y esto no tiene vuelta de hoja, iremos a más. Las redes sociales son el pan nuestro de cada día desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama. Twitter, Facebbok, youtube, Google+… son parte de nuestra actividad diaria. Creo que el presente y el futuro de estos “social media” y redes sociales está arraigado en el pasado, desde que el hombre comenzó a comunicar con otros hombres y de ahí proviene su espíritu. Los seres humanos siempre hemos sido sociales, solo que después de un siglo transcurrido usando y siguiendo pasivamente esa parte de la industria pesada de los Medios que son TV y Cine, ahora ha llegado el momento de aprender con nuevos medios a relacionarnos los unos con los otros. Unas relaciones con dimensiones globales e impacto instantáneo, sacando lo mejor de nuestras capacidades comunicativas y expresivas. Son nuevas formas de comportamiento que los sociólogos estudian ya concienzudamente. Los seres humanos sienten el deseo de participar, de protagonizar y estos medios y herramientas ofrecen esta posibilidad. Es inevitable, vivimos en red y cada vez mas viviremos enredados en esta realidad. El mundo camina hacia la unidad y por mucho que se empeñen los representantes de los “ismos” (individualismos, egoísmos, nacionalismos, partidismos…) antes o después llegaremos a vivir unidos. La Tierra es una gran casa y los seres humanos una familia.