Conozco a Pascual Segarra desde hace muchos años. He tenido también ocasión de trabajar en muchas ocasiones en temas de comunicación de gran interés para Sevilla, que me han revelado su gran lucidez y profesionalidad y la grandeza humana de este buen amigo. Desde hace años viene madurando una idea, que casi definiría vocación. Preocupado por la situación actual de los mayores ha reunido un grupo de personas a su alrededor para analizar el mundo del mayor en beneficio de las propias personas mayores, tanto en su presente como en su futuro y trabajar para su bienestar.
Cuando llega la edad de la jubilación, toca hacer balance, es hora de convertirse en abuelo, cambiar de actividad, etc., constatando al mismo tiempo que la salud ya no es los que era, ni la memoria, ni los efectos, ni la actividad intelectual y profesional, ni las aficiones… Por tanto es el momento de la reflexión y de un nuevo aprendizaje sobre el necesario e imprescindible papel del mayor en la sociedad.
Hoy jueves, 22 de noviembre Pascual Segarra, presentará el Observatorio para los Mayores de Andalucía, la primera semilla de un gran árbol que irá creciendo con nuevas ramas que servirán para ayudar a las personas mayores a seguir recorriendo un camino que puede llegar a ser maravilloso y lleno de cosas inesperadas.
El Observatorio pretende obtener, analizar y difundir un conocimiento objetivo, real y siempre actualizado sobre el mundo de las personas mayores. Así mismo pretende obtener máxima información sobre las necesidades y demandas de las personas mayores. Un conocimiento que servirá para mejorar su calidad de vida y les ayude a un envejecimiento activo. El Observatorio se empleará a fondo con especialistas para diseñar sistemas de aprendizaje que permitan la autosuficiencia de los mayores basado en la observación y el autoconocimiento.
Los espacios que nacerán de estas ideas van a dar al mayor la oportunidad de adentrarse en su mundo interior, intelectual y espiritual para iniciar una etapa de mayor libertad, creando momentos adecuados para redescubrir solos o en compañía muchos aspectos de la vida para alcanzar el equilibrio, la realización y la serenidad, asumiendo el pasado, reconociendo las potencialidades y las debilidades y aceptando el nuevo trecho de camino que se abre en la tercera edad.
Buena singladura de esta Obra que hoy es semilla y muy pronto será un gran árbol que promete muchísimos frutos.