Es como si un  péndulo oscilase  bajo la acción gravitatoria de la humanidad que avanza. Después de la onda de globalización que parecía invadir política, economía y sociedad nos estamos tragando un reflujo de localismo-independentismo exacerbado que en muchos rincones del planeta actúa como una fuerza centrifuga,  salpicando todo de protestas, tensiones, intentos de referéndum, división, frustraciones,  freno al desarrollo  y  locuras de dirigentes políticos.

En España este movimiento rupturista e independentista no es nuevo, comenzó hace 30 años con ETA, le dio continuidad  Ibarretxe, lo alimentó sin querer, con sus graves equivocaciones Zapatero, con los llamados procesos de paz y ahora lo está encarnando Artur Mas.

Este movimiento nacionalista es una especie de serpiente maligna que avanza y no se para ante nada. Es capaz de hacer morder la manzana a cualquier dirigente político inepto o con sueños de grandeza y lanzarlo a la locura. Una locura envenenada que es  capaz de cegar a parte de la población para proyectar con la complicidad de algunos medios de comunicación comprados que la exigencia de independencia la tiene todo el pueblo y no el dirigente trastornado.

Sabemos que el TC ha puesto en marcha la suspensión cautelar automática tanto de la ley de consultas como del referéndum ilegal por el plazo de cinco meses, ¿pero significa esto que el movimiento nacionalista se para? ¿Significa que esto pone fin a la crisis? No. En mi modesta opinión, creo que no.   La culebra del movimiento nacionalista seguirá ganando terreno poco a poco, deslizándose sobre un campo, que han abandonado,  los que tendrían que defender la unidad. De hecho la ANC ya convoca protestas callejeras para el día que se suspenda el referéndum y sigue reclamando a los catalanes que se concentren frente a los ayuntamientos a las siete de la tarde de esa jornada con camisetas de color amarillo. Siguen repitiendo con una carga infinita de demagogia: “nada ni nadie podrá detener el empuje de un pueblo decidido, unido e ilusionado”

¿Puede sorprendernos todo esto? Pues no. Esta es la culminación de un largo proceso, que incluso va para largo, si la gente sensata y con valores no frena el reptar de este mal bicho.

Para frenarlo se necesita que los dos grandes partidos vayan de la mano, que se tenga claro un proyecto de España  unida, que política y ciudadanía se empleen a fondo con determinación y con inteligencia. Nadie puede mirar para otro lado mientras se destroza nuestro presente y nuestro futuro. El reptar del nacionalismo enloquecido solo pueden frenarlo los españoles.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com