Si nuestros líderes políticos tuvieran la ambición de ser estadistas y no solo partidistas deberían tomar otras iniciativas preventivas en favor de la ciudadanía. Pensando a un futuro mejor para las personas. No nos engañemos: la pandemia no es una «gran excepción» en nuestra historia. Estas crisis volverán y esta nos anuncia el comienzo de otras crisis incluso a nivel ecológico que nuestro estilo de vida ha ido produciendo.
La crisis actual también nos muestra la necesidad de relaciones humanas verdaderas y la necesidad de redes de solidaridad. Las escuelas y guarderías cerradas y el trabajo desde casa también nos muestran la importancia de la familia como la primera célula solidaria.
Algunas políticas basadas en ideologías de extrema izquierda pretenden socavar las redes familiares, impulsando el despojar a los padres de la patria potestad sobre sus hijos y, si es posible, abolir la familia. donde los hijos serían educados por la colectividad. No nos equivoquemos.
La familia seguirá siendo, lo quieran o no lo quieran, la primera célula de la sociedad, el primer núcleo de solidaridad. Un hogar no es un edificio, no tiene nada que ver con cosas materiales, como los ladrillos y el cemento. Un hogar es donde está tu familia y estos días lo estamos experimentando.