Desde hace meses recojo de mi buzón de Correos y de mi correo electrónico catálogos y ofertas que me proponen un sinfín de ideas para regalar en estas fiestas. Casi todas las misivas concluyen con una frase similar: “Haz que tus Navidades sean inolvidables y disfruta comprando”.

Si vuelvo la vista atrás, a las Navidades de mi infancia y adolescencia, las imágenes que aparecen en mi recuerdo son inolvidables, pero no por las compras sino por la alegría y por la ternura que envolvían la atmósfera serena de la vida familiar. Recuerdo el Belén que construíamos todos juntos, los villancicos, la carta a los reyes magos, los ‘christmas’ que enviábamos a los familiares y a los amigos, las historias de Navidad que mi madre nos leía, la Misa del Gallo, el día de los Santos Inocentes, el aguinaldo, los turrones…

Aquellas Navidades eran la fiesta de un Niño, de un recién nacido. Hoy, al parecer, se han convertido en las fiestas de las compras, desalojando de la Navidad a su verdadero protagonista y sustituyéndolo en los escaparates de nuestras tiendas por infinidad de artículos envueltos en verde y rojo, el primero es el color que tiene el árbol de Navidad y el segundo es el color característico de Papa Noel, ambos importados de otras tradiciones y que hoy también simbolizan consumo.

Pero Navidad, que sigue siendo la fiesta de un Niño, es también la fiesta de todos los niños, aunque en la realidad no sea del todo así: para muchos se encenderá la lucecita de la ilusión en sus ojos inocentes, para otros seguirá encendida la de la tristeza.

Por desgracia, en muchas partes del mundo muchos niños sufren o son amenazados, viven en la miseria, mueren a causa de las enfermedades y de la desnutrición o por la guerra, no tienen familia ni hogar o sufren violencia y abusos por parte de los adultos.

A estos niños, con vuestro permiso, quisiera dedicar este recuerdo y animaros a buscar modos durante estas fiestas para compartir algo con alguno de ellos, esté donde esté. Iniciativas solidarias y organizaciones no gubernamentales no faltan para poder indicarnos la manera de hacer realidad nuestra solidaridad. Lo poco que hagamos será bueno para ellos y servirá para que esos niños no se queden sin futuro. Toca cambiar el chip en nuestros corazones, también depende de mí y de ti que otro mundo sea posible.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com