La escritora alemana y, sin embargo, rumana de nacimiento, Herta Müller, ha sido galardonada con el Nobel de Literatura 2009 y enseguida ha saltado la polémica. Yo no la conocía, y me llamó la atención que algún amigo me preguntara si había leído alguna de sus obras, porque ellos, fanáticos lectores más que yo, tampoco habían tenido el gusto de conocerla. La Academia sabrá el motivo de su elección. Lo cierto es que muchas de las críticas que se han levantado contra esta decisión se basan en que, de los últimos ocho premiados, seis son europeos. Es decir que la Academia, en Literatura, pesca casi siempre en Europa.
En nuestro país están editadas varias de las obras de Herta Müller. Yo he encontrado solo éstas: En tierras bajas y El hombre es un gran faisán en el mundo, en la editorial Siruela; La bestia del corazón publicada por Mondadori y La piel del zorro editada por la editorial Plaza & Janés. Herta Müller nació en Nytzkydorf, Rumania, en 1953 y llegó a Berlín oeste en 1987, liberándose así de la izquierda dictatorial que oprimía a su país de origen. En su Curriculum se lee que es especialista en filología germánica y filología rumana. No puedo juzgar su hacer literario porque no he leído nada todavía. Será mi compromiso para los próximos meses. Espero que no me pase lo del año pasado, cuando el Nobel de Literatura se lo dieron a Le Clézio, también autor desconocido. A leerlo me resultó bastante frágil y terminó decepcionándome.
Echa uno de menos a Virginia Woolf o Marcel Proust. ¿Lo echarán de menos también los sabios jueces de la Academia Sueca?