La cara de una “nueva” CEA

Javier González de Lara es desde el pasado mes de enero el nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). De la “nueva” CEA por la que él apuesta, del futuro que define como “esperanzador” para el tejido empresarial andaluz y, entre otros asuntos, del balance “positivo a medias” de la reforma laboral hablamos a continuación con la nueva cara de la patronal andaluza

Manuel Bellido: Su mandato comienza en un periodo donde parece que la luz se entrevé al final del túnel de la crisis. ¿Qué puede hacer la CEA para adelantar la recuperación en Andalucía?

Javier González de Lara: Sobre todo transmitir ilusión, fe en el futuro y un mensaje importante, que con ética profesional, con una visión a medio y largo plazo y con las luces largas puestas, se puede mejorar en la actividad empresarial y salir adelante. Tenemos un empresariado muy bien formado que está sabiendo responder a los retos del momento.

Manuel Bellido: En sus últimas declaraciones ha considerado clave para la recuperación económica “volver a recuperar sectores intensivos en mano de obra como la construcción y otros muchos que están dando la talla”. ¿Tiene en mente alguna propuesta o medida para desarrollar en este sentido?

Javier González de Lara: Nosotros, y yo personalmente, sostenemos que cuando se habla de cambio del modelo productivo lo que hay que hacer es, más que cambiar el modelo, hacer más productivo el modelo. La economía no se puede transformar ni por decreto ley ni por voluntad política, tienen que ser los propios sectores económicos los que se transformen, fracasando en ocasiones y en otras teniendo éxito. Cuando hablaba de sectores intensivos en mano de obra me refería a la apuesta por la recuperación del sector de la construcción porque sería bueno desde el punto de vista social ya que se le ha culpabilizado en exceso de una crisis económica como si ésta hubiera sido culpa de una burbuja inmobiliaria sin más, cuando realmente han habido otros muchos factores; la construcción ha sufrido una penalización y un castigo en el infierno durante más de siete años. Habría que recuperar el sector de la construcción, habría que políticamente valorarlo poniendo en marcha una serie de medidas excepcionales para su impulso ya que la construcción va a seguir siendo importantísima en la actividad económica de Andalucía. Junto al sector de la construcción, hago también una apuesta por el sector servicios, entendiendo que la terciarización de la economía es lo que delimita el progreso de las naciones. Si nosotros somos buenos en un sector servicios dinámico, potente y turístico consolidado, lo que tenemos que hacer es mejorarlo. Mejorar ese modelo productivo de un sector servicios donde en el turismo tenemos un inmenso recorrido por delante para su diversificación. Dentro de ese mundo que es el turismo y en el que creemos haberlo descubierto ya todo, estamos muy equivocados. Hay que desestacionalizar el turismo con nuevos segmentos en los que nuestra región tiene un potencial enorme. Porque eso se va a traducir en un sector intensivo en mano de obra, posiblemente no masivo pero sí intensivo en tanto en cuanto se van a crear muchas nuevas pymes que a su vez van a crear empleos.

Manuel Bellido: ¿Qué importancia le da el nuevo presidente de la CEA al diálogo social?

Javier González de Lara: La principal infraestructura con la que cuenta nuestra comunidad autónoma es el diálogo social, y digo infraestructura porque normalmente el ciudadano no llega a comprender ni captar la importancia trascendental que tiene para las inversiones. Desde la CEA hemos cultivado desde siempre un criterio de diálogo permanente con las centrales sindicales y la propia administración, a pesar de que hemos sido objeto de muchas críticas ya que hay quien se queda en la visión de responsabilizar a la propia concertación como la responsable de reducir las cifras del desempleo. El dialogo social, impulsado inteligentemente de nuevo en estos momentos desde el Gobierno de la nación, es una infraestructura que genera confianza y una paz social que hace que los inversores nacionales e internacionales consideren a nuestro país como un país serio, donde hay unas reglas del juego bien definidas y donde existe un entendimiento y un diálogo entre los agentes sociales. Tenemos que seguir apostando por la concertación, el diálogo es el mejor vehículo del entendimiento.

Manuel Bellido: ¿Cómo valora la reforma laboral y los resultados obtenidos hasta el momento?

Javier González de Lara: El balance es positivo pero a medias. La reforma laboral es la que pedíamos en gran medida los empresarios a nivel de flexibilización del mercado de trabajo, de buscar herramientas y potencialidades que flexibilizaran la capacidad de interlocución en la empresa en la toma de decisiones que antes estaban judicializadas de partida. La reforma laboral le ha dado al empresario cierta potestad para tomar decisiones y para poder sobrevivir con su negocio; ha permitido una mayor flexibilidad en el empleo que aunque se asocie al despido no tiene que ser así necesariamente ya que hay fórmulas como pueden ser los expedientes de regulación de empleo o la negociación de salarios que antes se hacían muy complejas. En ese sentido la reforma va en muy buena dirección. El problema, y por lo que apunto que es un balance positivo a medias, es que la reforma laboral per se no puede generar empleo si el entorno socioeconómico no le ayuda. Es cierto que la reforma ha servido para mantener con vida muchas empresas pero no para dinamizar nuevo empleo porque el contexto ha sido y sigue siendo tremendamente hostil. Confío que si pudiéramos visualizar un cambio de tendencia la reforma incida en la generación de empleo, en frenar la caída para intentar impulsarla. Y es que en mi opinión la reforma laboral se ha quedado corta respecto a la penalización que sufrimos las empresas y que es el coste grandísimo del mayor impuesto sobre el empleo que existe y que son las cotizaciones sociales. Los empresarios estamos permanentemente quejándonos y con razón porque tenemos el impuesto sobre el empleo más caro de toda la Unión Europea. Estamos rozando ya el 40% y si a eso le incorporamos las subidas encubiertas del decreto del 20 de diciembre con todas aquellas cuestiones que son conceptos extrasalariales que antes no cotizaban y que ahora cotizan (como pueden ser elementos como el plus de transportes, plan de pensiones,…) significan dos puntos encubiertos más para el empresario. Esto nos resta nuestra competitividad. Es verdad que la reforma tiene también contradicciones en este sentido con la puesta en marcha de la tarifa plana, pero en mi opinión creo que hubiera sido más importante buscar la competitividad con costes sociales más mantenidos. Con todo, me quedo con la visión positiva de la reforma laboral pero destacando la falta de un mayor atrevimiento para quitar la mayor carga pesada que tiene la empresa en estos momentos y que es el del coste sobre el empleo. No necesitamos tanto el abaratamiento del despido como el coste de la contratación. Tenemos que intentar que nuestros representantes políticos comprendan que este es el mecanismo de generación de actividad que necesitamos.

Manuel Bellido: ¿Qué otras reformas diría que necesita España en estos momentos?

Javier González de Lara: Además de la que mencionaba anteriormente en relación al abaratamiento de las cotizaciones sociales, desde la CEA estamos también muy pendientes porque nos condiciona en la actividad de las empresas, de la anunciada reforma fiscal. Tenemos una fiscalía muy adversa, y no porque el empresario no quiera pagar impuestos sino porque tenemos una fiscalidad heterogénea. La presión fiscal es uno de los obstáculos que perjudican el desarrollo empresarial hasta tal punto que pone en juego la viabilidad de las empresas. La alta tributación afecta muy negativamente a la actividad de nuestras empresas porque el nivel absoluto de fiscalidad ha llegado a un punto muy elevado. El impacto de los impuestos, el llamado «esfuerzo fiscal» es causa determinante de la depresión del consumo y del deterioro de la capacidad de ahorro, y por tanto de inversión, de las empresas y de los particulares. El Gobierno tiene que saber qué camino coger, si el camino de la agenda de la activación económica o el camino de la resistencia. Hay un criterio marcado por la agenda política del falso sostenimiento del modelo y el modelo como se puede sostener es creando más actividad, no cargando más sobre los que lo sostienen. Los que forman la clase media, el pilar de este país, están ya muy fatigados. Si no hay consumo, no hay actividad económica, y no hay actividad económica si no hay dinamismo de las empresas. Durante muchísimos años el sistema de pensiones se ha nutrido de las cotizaciones sociales pero si somos menos millones de personas trabajando y por ende cotizando, no penalicemos más a los que están cotizando si no que vamos a intentar que se incorporen más a cotizar. Si se cotizaran cinco puntos menos a la seguridad social puedo afirmar casi con rotundidad que el empleo se activaría enormemente porque al empresario le sale más barato el contrato que el despido.

Manuel Bellido: ¿Y en lo público? ¿Habría que acometer también una reforma del sector público para complementar el esfuerzo que se está haciendo por lograr la recuperación económica?

Javier González de Lara: Siendo objetivos, el sector privado se ha reconvertido en estos siete años de crisis de una manera drástica, sobre todo las pymes que son las que han sentido el impacto de la crisis con mayor intensidad, pero también los trabajadores y las familias. Mientras tanto el sector público está prácticamente de estreno, aún no ha sufrido ni vivido una transformación profunda. Es cierto que se han adoptado medidas inteligentes y que hay que valorar positivamente respecto a lo que se refiere a medidas de consolidación fiscal, de reducción del déficit publico… La administración ha querido buscar ciertos criterios de eficiencia como es el plan de pago a proveedores. Es decir, ha hecho atisbo de querer transformarse pero se ha quedado en atisbos, hay que hacer una reforma profunda de la administración. ¿En qué ha quedado el debate de si había muchísimos municipios o no? ¿Muchas diputaciones o mancomunidades? Con esto no digo que esté a favor ni en contra, lo que digo es que no hay debate. Lo cierto es que no se ha acompañado el sacrificio de todos con el hecho de que la administración haya tomado decisiones, no digo drásticas, pero por lo menos contundente, en la reducción de agencias, empresas publicas… Las medidas que el sector público ha adoptado han sido hasta el momento muy precisas, puntuales y muy tímidas.

Manuel Bellido:En Andalucía el porcentaje de las medianas y pequeñas empresas es abrumador con respecto a las grandes empresas. ¿En qué dirección va a trabajar la CEA con respecto a las pymes?

Javier González de Lara: No hay duda que defendiendo aún mejor, si cabe, sus intereses y propugnando el mensaje de que la solidez del tejido productivo que tiene Andalucía se basa en el 96,3% de pymes que conforman nuestro tejido empresarial. Y debemos estar orgullosos de ello porque aunque evidentemente querríamos más tamaño, en este tiempo tan hostil pedir el sacrificio del tamaño es muy difícil. La CEA quiere estar aún más próxima si cabe a ese tejido empresarial, a esas 180.000 empresas asociadas, a ese volumen tan ingente de 350 organizaciones sectoriales, territoriales, que representan toda la piel de Andalucía, un tejido empresarial activo dinámico que ha sabido sufrir mucho con una desaparición de 50.000 empresas en estos últimos años de crisis. Ha sido pues un coste muy alto y nosotros como patronal queremos estar a la altura de sus exigencias, estar más cerca del empresario y también, hay que decirlo, conocer nuestros errores y hacer autocrítica en cosas que el propio empresariado tiene que mejorar como la incorporación de nuevos modelos de gestión en la propia empresa, la apuesta por una mejora en la educación financiera o, entre otros, por la incorporación  de procesos de innovación de manera decisiva. Tenemos que aportar más a la sociedad y en ese sentido la CEA está muy cercana a esas pymes que necesitan mucha ayuda, y no me refiero a subvenciones sino a ayuda y asistencia, a estar permanentemente proactivos para poder defender sus intereses y para que el propio entorno sea más favorable.

Manuel Bellido:¿Con definiría el papel del autónomo en la crisis?

Javier González de Lara: Los autónomos son héroes anónimos; el autónomo es el héroe invisible de este país, aquella persona que tiene una capacidad de vertebraron social brutal porque tiene bajo su manto protector y a sus espaldas una unidad familiar. Es aquel que tira del carro de esa pyme y eso tiene un mérito inmenso. Personalmente me descubro ante la capacidad del autónomo español y sobre todo del andaluz porque ha sido un segmento muy desprotegido por la propia crisis. Ha sido el primero al que el sistema financiero le ha dado de lado por su propio tamaño. Y esto no es culpa de nadie sino de una realidad que es una crisis más económica que de otro tipo, una crisis donde el propio sector financiero se ha transformado y lo primero que ha hecho ha sido coger dimensión. En el momento en el que coges dimensión la tendencia es hablar de tú a tú con los que son más grandes, los microorganismos los olvidas. En el momento en el que juegas en otra liga, al autónomo de Linares, por poner un ejemplo, ¿quién lo atiende? Ahora lo que hay que hacer es una labor de “apostolado” para que no olvidar la figura y la importancia del autónomo en nuestra Comunidad.

Manuel Bellido: Desde su punto de vista, ¿qué le sobra y qué le falta al empresariado andaluz?

Javier González de Lara: Le sobra agallas y capacidad de sufrimiento y de adaptación; prueba de ello son estos últimos siete años. Han desaparecido muchas empresas pero otras muchas han sabido abrir mercado, se han internacionalizado, han hecho un gran esfuerzo digno de admirar por mejorar su capacidad de producción. Hay que destacar cómo hemos sabido dentro de nuestras posibilidades sin acceso al crédito, sin recursos financieros apenas, reinventarnos, renacer, saber pasar del lamento a la supervivencia. Evidentemente lo que nos falta es tamaño, la dimensión de la empresa es importante y es un proyecto a asumir de transformación, aunque lógicamente pausada y no dramática. La empresa tiene que adquirir algo más de tamaño para poder asumir nuevos retos. Si no te articulas, si no tienes tamaño, tu capacidad de acceder al crédito, a nuevos mercados, a nuevos clientes, se debilita. Para eso también hay modelos de cooperación empresarial, tenemos que ver cómo propiciar ese tipo de alianzas para no limitarnos nuestra capacidad de competitividad con nuevos mercados.

Manuel Bellido: Usted ha defendido que quiere una CEA “nueva”. ¿Cómo será la nueva Confederación de Empresas de Andalucía? Pese a que la CEA es una organización consolidada, ¿considera que aún se puede mejorar su modelo?

Javier González de Lara: Hablar de una “nueva” CEA es un eslogan necesario en el que creer y no porque lo que se haya hecho antes sea malo, sino porque es una nueva CEA ante unos nuevos retos, ante unas nuevas circunstancias totalmente distintas. Si hemos hecho cosas buenas hasta ahora y hemos llegado hasta aquí con lo que hemos sabido hacer, si seguimos haciendo lo mismo no vamos a avanzar, nos estancaremos. Vamos a hacer cosas nuevas para progresar, eso es mi nueva CEA. Intentar vertebrarnos mejor sectorial y territorialmente, estar más cerca del empresariado local, de las pymes, de los autónomos, prestar servicios avanzados no solo tecnológicos sino innovadores. Que haya una CEA más próxima y, por supuesto, mejorar en los servicios que nuestro portfolio tiene de una organización potente, representativa, bien estructurada. Pero que duda cabe que territorialmente en esta Andalucía tan grande debemos de tener una capacidad de penetración aun más poderosa. Tenemos una red de organizaciones muy fuerte y la nueva CEA tiene que ir en esa línea, honrando a las personas que nos han precedido y que han hecho una gran labor pero también asumiendo nuevos retos que son una nueva economía, una nueva situación y un proyecto de transformación económica de Andalucía. No podemos pensar que con lo que hemos tenido hasta ahora es suficiente, tenemos que ser imaginativos todos para crear entre todos una cultura más proclive a la actividad empresarial.

Manuel Bellido: ¿Qué mensaje le gustaría transmitir en estos momentos al empresario andaluz?

Javier González de Lara: Un mensaje de ilusión y de esperanza, pero sobre todo, de mucha confianza en el futuro. No podemos decir que no vivimos todavía en crisis pero sí que vamos a salir de esto y que lo peor ya ha pasado. Estoy convencido que se dan ya una serie de parámetros con los que podemos afirmar que Andalucía tiene mucha vida por delante, mucho futuro. A nivel empresarial tiene posibilidades de crecer porque se han sabido adoptar medidas macroeconómicas inteligentes, resuelto muchos de los problemas estructurales que tenía nuestra economía. Ahora nos falta que todos esos factores lleguen a la microeconomía, y esa microeconomía empezará a latir en el momento en el que empiece a fluir el crédito, pero también ya se está notando el cambio. Ya las entidades financieras tienen una visión comercial más potente, están queriendo estar más próximas a las empresas. El sector financiero se ha transformado y ha necesitado su tiempo para metabolizar todo ese proceso. Ahora se da una confluencia de factores: un Estado menos endeudado requiere menos recursos y un sector financiero transformado puede dar esos recursos. Por eso hay que tener fe y confianza en un futuro esperanzador.

Manuel Bellido

por @mbellido

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