Las ideas que definen el desarrollo económico local no han cambiado demasiado en los últimos años, sí se han multiplicado y diversificado sus aplicaciones a lo largo de la geografía andaluza.
En esta edición de febrero de Agenda de la Empresa, presentamos un inventario de situaciones municipales y una catalogación de actividades emprendedoras: un amplio escaparate que muestra actuaciones decididas y concertadas entre los diferentes actores locales, públicos y privados. También exponemos el trabajo que está llevando a cabo la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico con las UTE DLT, aplaudido por muchos pero también criticado por algunos ayuntamientos que cuentan ya con robustas infraestructuras desde hace años.
No hemos pretendido hacer un tratado ni un manual, hemos querido ofrecer ejemplos que inspiren iniciativas de trabajo donde aún no existen. Las que ofrecemos son experiencias producidas por factores distintos pero que están provocando el mismo resultado: avance en el camino del crecimiento económico y de la convergencia y mejora de las condiciones de vida de la población de los territorios donde se ha actuado.
Seguimos repitiendo, una y otra vez, que somos los propios andaluces los que tenemos que definir nuestro destino, por tanto las próximas elecciones municipales tendrían que situar en los ayuntamientos a políticos con suficiente apertura mental para poder intervenir con posibilidad de éxito en el fomento de este desarrollo. Se necesitan alcaldes que dialoguen, descubran y refuercen las capacidades del municipio e incentiven iniciativas que, recogiendo lo mejor del entorno, pongan en marcha las economías locales.
Aunque la economía se mueva por iniciativas particulares de compra, de inversiones, de gestión que dependen del ámbito privado, su dinámica comporta fines inmanentes que superan la individualidad y lo personal, y por eso también dependen de lo público. Es peligroso definir el ámbito económico sólo como privado, porque sería olvidar su finalidad, pero al mismo tiempo es peligroso definirlo sólo como público, porque introduciría una potencia dominante en un campo en el que las decisiones tienen que ser las de los individuos. De ahí la importancia de que los votantes en las próximas elecciones municipales puedan optar con conocimiento de causa por los políticos más preparados y mejor asesorados en este campo.
Tarea gigantesca la que nos queda por acometer a todos, ante un escenario mundial, que para 2003 se perfila poco gratificante y en una tierra donde no son ni los subsidios ni las inversiones extranjeras los que van a eliminar los obstáculos al progreso.
Serán el esfuerzo colectivo, el diálogo y la participación de todos los agentes sociales las fuerzas que podrán abordar un desarrollo que permita la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin privar a las generaciones futuras de la posibilidad de cubrir sus propias necesidades.