Los carros de los supermercados que hace años desbordaban de productos hoy apenas se llenan a mitad. Con la llegada de la crisis, los hábitos de consumo se han ido modificando, normalmente a la baja y, de consecuencia, la cesta de la compra ha ido perdiendo la abundancia de hace años. El consumo se está redimensionando cada vez más. Con la que está cayendo algo positivo que está sucediendo es que el consumidor de hoy busca antes la calidad que la cantidad.
La crisis empuja a gastar menos pero mejor.
Esta y otras consideraciones sobre esta etapa histórica que vivimos me hacen pensar que de la crisis no saldremos para volver a nivel que antes teníamos. Me explico. Creo que estamos viviendo y viviremos la transición hacia otro modelo de desarrollo, de negocio, de consumo y de estilo de vida. A este nuevo estado de cosas también empujará la conciencia de sostenibilidad y de protección del ambiente que va permeando cada vez más nuestra sociedad. Se consume menos porque el poder adquisitivo ha disminuido a nivel de clases medias y esto ha llevado a muchas personas a cambiar su mentalidad y sus modelos de compra. Se reflexiona más sobre la relación calidad-precio y se va adquiriendo una mayor sensibilidad social y personal sobre lo superfluo. Se compra lo necesario para no desperdiciar, para tirar menos.
Se juzga la calidad, se aprecia cada vez más y no solamente en términos materiales. Se valora la marca que se esmera en la excelencia y en la Responsabilidad Social Corporativa.
Son cada vez más los consumidores que reniegan de compras a lo loco, donde se tiraba la casa por la ventana. De lo que no se renegará nunca será del placer en sí de comprar y de hacerlo con satisfacción.
También las marcas intentan cambiar su modo de hacer marketing. Para muchas empresas ya no es tan importante lo que se dice sino lo que se recoge y se oye a través de las redes sociales, no importa a cuantos potenciales consumidores les está llegando su comunicación, sino como se está haciendo y cuanto se resulta creíble e interesante lo que se dice.
El consumo como antes lo entendíamos está agonizando. Mejor que las empresas lo vayan entendiendo.