El ébola da cada vez más miedo, sobre todo desde que Occidente lo está padeciendo en sus propias carnes. Desde Paris llega hoy la noticia que una mujer que habría contraído el virus en África ha sido internada en el hospital Bichat. El caso ha pasado de ser sospechoso a probable después de los análisis que le han realizado en el Instituto de Vigilancia Sanitario. Otros análisis desde el Pasteur de Lyon, se conocerán esta noche. “Es el mayor desafío que el mundo afronta desde la aparición del SIDA. Será una larga guerra”, ha dicho la máxima autoridad sanitaria de EE.UU, Thomas Frieden, director de los Centros Americanos para el Control y la Prevención de la Enfermedad, que tienen su sede en Atlanta.
El presidente de Sierra Leona, uno de los países que vive en estos meses arrodillados por la pandemia, ha denunciado la respuesta lenta que desde la comunidad internacional se ha dado al propagarse del virus. La misma ONUha admitido que sirve una movilización “veinte veces superior a la actual”
El virus que está matando masivamente en África Occidental ha derrumbado las barreras protectoras que Occidente creía tener.
En África han muerto ya 3.879 personas (las confirmadas oficialmente) Los países más golpeados por el virus son Guinea, Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal. Día a día se multiplican los contagiados en estas zonas. ¿Hará algo Occidente para ayudar a esta pobre gente que se contagia a pasos agigantados, sin ninguna esperanza? Se calcula que mueren 200 personas al día por esta terrible plaga, que viene a añadirse a las del hambre, las guerras tribales, la malaria, la tuberculosis, el Sida, el dengue… Me pregunto si la gente de las izquierdas radicales y de las varias mareas y movimientos que tan a menudo salta a la calle para proclamar demagogia barata, saldrán esta vez para que todos nos solidaricemos con esos pueblos que tanto dolor están aguantando y hagamos algo de concreto para mitigar ese sufrimiento.