¿Qué fácil es dar recomendaciones! Lo difícil es tomar decisiones. Que por otra parte es la función de quien tiene responsabilidades.  Lo difícil es aguantar el tipo. Se criticó a Zapatero porque no hacía nada y ahora se critica a Rajoy por lo que hace. Aquí se critica todo, todo se juzga y desgraciadamente, a veces, lo que se dice es fruto de un dogmatismo  nostálgico, de un pasado idílico e imaginario, que ya pasó o que no ha existido nunca. La ventaja del que no gobierna es la de aprender en la cabeza de otro. Se puede decir cualquier cosa, criticar, proponer  sin tener que afrontar las mismas consecuencias que el que gobierna. Eso proporciona ventajas de protagonismo sin dejar profundas heridas. Estos días decía parte de la  oposición, con voz grave y cara de  cognición y sabiduría: “En lugar de recortes hay que gravar fiscalmente a las grandes fortunas, mediante un impuesto sobre el patrimonio, etc, etc…” No sé si es ingenuidad o como decía antes,  demagogia. Las grandes fortunas, por si alguien no lo sabía, están sosteniendo e invirtiendo en  las grandes empresas y en el caso de que  así no fuera,  tienen mil una maneras de llevarse sus caudales a otros lares.

Justo en estos días, se está detectando que los inversores extranjeros están retirando su capital de los países de la eurozona, como España. Lo que vienen a demostrar que el dinero tiene mucha facilidad de movimiento.

Este es  un país donde no faltan  pícaros, donde el que no corre vuela. Baste pensar que la  economía sumergida en España representa el 22,5% del PIB nacional y no solo la practican los que tienen grandes fortunones. Lo hace el electricista, el fontanero, el pintor, el montador, el de la tienda de la esquina,  etc., etc.

A mí, me sigue asustando la firmeza y la seguridad con la que algunos proclaman con contundencia en algunas tertulias cómo se saldría  de la crisis. Algunos sentencian y dictan como si se tratará de un dogma. El dogmatismo en economía  como en cualquier otro aspecto, es siempre muy peligroso. El dogmatismo de algunos políticos es la negación de la duda, es la negación del riesgo. En España, en estos momentos, o todos pasamos a la acción o se impondrá la idea de que la crisis  no tendrá nunca solución. Cuando oigo a algún sindicalista o político exponer sus críticas  dando a entender de que está por encima del bien  y del mal, en lo más profundo de mi ser, olfateo que es solo un modo de no querer afrontar el mal.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com