No hay peor sordo que el que no quiere oír. Todavía muchos no se han enterado que los españoles hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades y España gastaba lo que no tenía. 2007 y 2008 fueros años donde eso se acentuó. Se gastaba un 10%, quizás un 15% más. Se gastaba como si fuéramos el Tío Gilito. Ese es el endeudamiento que nos ha llevado a la situación actual. Consumíamos cien mil millones más que ahora produciendo en valor, más o menos lo mismo. ¿De dónde salía el dinero? Lo pedíamos prestado. Nos hemos endeudado y nadie quiere seguir prestándonos. Esa es la realidad. Esa es la “cuenta de la vieja”. (Dícese de la cuenta que se hace de la forma más sencilla posible).
Los ajustes nos están empobreciendo a todos. Protestan los mineros, los funcionarios, los autónomos, los maestros…. Algunos colectivos gritan más que otros. Hacen un ruido estrepitoso y creen que son los únicos que sufren en sus carnes esta situación. Nunca más lejos de la realidad. Los4.500 mineros que han tenido años para reciclarse con el dinero que se les daba, porque las minas no podían seguir siendo viables, (¿dónde habrá ido a parar ese dinero?), no quieren saber nada de los 6.500 periodistas que están en paros. Es solo un ejemplo. Podríamos hacer una larga lista de todos los colectivos que están en crisis.
Hay un problema enquistado que está desangrando a España desde hace años. Son las Comunidades Autónomas, con sus empresas, fundaciones, consorcios, coches oficiales, embajadas en el extranjero, personal a dedo, personal directivo, asesores, televisiones y radios…. Los ciudadanos están pidiendo a voz en grito que se reduzca el tamaño de estas. Muchos piden incluso que desaparezcan y vuelvan las competencias al Gobierno central. Los ciudadanos hablan y los políticos no escuchan. Los políticos, en ciertos casos, parece que se representan a ellos mismos. Me pregunto desde hace días si los españoles van perdiendo paulatinamente la libertad de decidir qué se hace con sus impuestos y con su dinero. Ahora que se reflotará la banca con el dinero que nos deja Europa y cuyas consecuencias tendrán que afrontar todos los españoles, sería bueno que con la mayor transparencia se explicara lo que se va a hacer, para qué va a servir y se exigieran responsabilidades a quien corresponda.
El tema de las Comunidades autónomas es una asignatura pendiente.
Los políticos que gobiernan las Comunidades autónomas no están dispuestos a ceder el poder que tienen y el poder lo manifiestan, manteniendo empresas públicas, TV y radios, un sorprendente número de empleados públicos y la influencia que todo eso da en toda la región. Muchoshacen y deshacen, deciden lo que es mejor según ellos, enlatan y venden las supuestas necesidades de los ciudadanos, lo que tienen y lo que no tienen que saber. Ellos en sus puestos bien blindados mientras los nichos de pobreza siguen aumentando y las listan del paro creciendo. Ante todo este desaguisado me pregunto: ¿Necesita España una reforma constitucional en profundidad?