Hace un rato leía esta noticia en Informaria Digital: “ACNUR cifra entre 589 y 639 personas el trágico balance de los cinco naufragios en el Mediterráneo durante el pasado fin de semana. Mientras tanto, siempre en el fin de semana, la Marina italiana rescataba 2.372 inmigrantes en el Estrecho de Sicilia” Mientras se lee una noticia como esta, la pregunta que uno se hace, es porque razón la UE sigue haciendo declaraciones de buenas intenciones y sigue sin hacer algo más. ¿Por qué razón sigue sucediendo todos esto?, ¿por qué razón la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, muestra su «consternación» ante la muerte de unas dos decenas de inmigrantes en las últimas horas cuando trataban de llegar a Italia por mar, pero no se moviliza la UE para poner remedio a este drama?
La presión migratoria y la presión de demandantes de asilo, aumentan día a día. Por citar un solo ejemplo mas cercano, han sido ya casi 6.300 personas las que han intentado entrar a Melilla, en una veintena de saltos, en el primer trimestre de la malla antitrepa. Estos hechos son una verdadera pesadilla, reflejo de situaciones dramáticas a las que hay que buscarles solución.
¿Qué pasa por las mentes de los burócratas de la UE cuando escuchan estas noticias? ¿Sienten el problema como suyo? ¿Sobre qué discuten en el Parlamento Europeo? ¿Cuándo se tomaran medidas sobre estas y otras cuestiones vitales para nuestro continente?
Quizás sea solo una impresión y yo esté equivocado, pero la UE en ciertos aspectos parece estar dormida. No se la ve reaccionar, ni actuar, ni siquiera ante la terrorífica amenaza del Estado Islámico, la organización terrorista mejor financiada, mejor armada y más peligrosa de la historia. El fuego de estos guerreros-terroristas es tan potente que puede incendiar primero Irak y después arrastrar a la guerra a todo Oriente Próximo, mientras siembra el terror poco a poco en los países occidentales. La grave amenaza para Occidente y para Europa no es una exageración. Es una amenaza real y de proporciones inimaginables, aunque pensemos ingenuamente que no va con nosotros. Los hechos actuales me traen a la memoria todas las advertencias que Oriana Fallaci, fallecida hace 8 años, nos trasladó en sus libros y artículos. “Europa – escribía Oriana Fallaci – vive con miedo y el terrorismo islámico tiene un objetivo muy preciso: destruir Occidente, o lo que es lo mismo acabar con nuestros principios, nuestros valores, nuestra tradición y nuestra civilización”. Estas y otras advertencias muy bien razonadas sobre el fundamentalismo islámico son de una apabullante actualidad.
Es urgente que Europa despierte y reaccione. El tiempo juega a favor del guerrero musulmán que hoy como ayer atemoriza al mundo y mata con frialdad, no juega a nuestro favor.