Cuestión de confianza

Con la que está cayendo, Toxo y Méndez vaticinan un «huelgón». Estos dos señores de CCOO y UGT siguen agitando las aguas y haciendo llamadas a la huelga para evitar que termine convirtiéndose en un fracaso. ¡Qué paripé! No servirá para nada y solo los piquetes “informativos” y el bloqueo de los transportes públicos obligarán a la gente a no ir a trabajar.
Estos años revueltos de crisis saben a involución. Baste ver como se ha despachado un sindicato, con un video cutre de Chikilicuatre, para culpar al PP y a los empresarios de la crisis. Estamos lejos de una atmósfera de “todos a una”, y en cabeza el gobierno, para levantar España. La gente se aleja de la política porque los políticos se han alejado de la vida de la gente. A la gente sencilla y tampoco a los intelectuales les interesa el discurso que se hace desde un Gobierno con ministros cesantes, ministros en “luchas de primarias” y otros que ni aparecen ya en los telediarios.
Por otra parte falta un foro civil, falta movilización social, no sindical llevada a cabo por profesionales de las manifestaciones a sueldo.
Creo que habría que ahondar en el esfuerzo por elevar la conciencia reflexiva de la gente. Muchos sectores de la sociedad, por su comportamiento “pasota”, parecen estar suficientemente satisfechos con esa vida de la casta política a la que nada se le exige. La mayor crítica que se les hace es: “Son todos iguales”. No existen instrumentos que incentiven la participación activa de todos en la construcción democrática del país. Solo el santiamén de unas elecciones mueve a parte de la sociedad a recordar que vivimos en democracia. Hay votantes de partidos que sostienen, sin ninguna profundización, que sus líderes políticos hacen lo que pueden, a priori, y que más no se puede hacer. Les da igual los atropellos, las dejaciones o las actitudes que tengan, les da igual los millones de parados, o la situación económica del país. Todo es justificable, todo es perdonable con tal de que esa sigla siga gobernando y en el poder. Sucede como en el futbol, se sigue yendo al estadio aunque el equipo del alma pierda todos los domingos.
Claro que hay excepciones, no todas las personas viven con esa falta de preocupación por la vida pública y el incremento de audiencia en tertulias políticas como las de Veo7 o Intereconomía es la prueba de que la gente quiere escuchar otras voces que no sean las oficialistas del NODO de la 1 o de las TV amigas del gobierno. Pero en general pocos reclaman, exigen, protestan o pretenden que lo que se promete en las campañas electorales se cumpla o que el gobierno haga lo único que tiene que hacer: gobernar.
Es imposible que se genere empleo y que la economía salga de este bache si no se recupera la confianza de los ciudadanos. Con todos estos desmadres de gobierno y sindicatos no es posible. Cuestión de confianza.