¿Qué nos espera en este año que acabamos de estrenar? El 2001 es probablemente unos de los cumpleaños más sensacionales de nuestra civilización. Lo hemos esperado repasando mitos, supersticiones, profecías y esperanzas para una sociedad que se prepara a iniciar una era de maravillas o de catástrofes. Sin duda el título de una película, “2001 Odisea en el espacio”, lo ha ido proyectando en nuestra mente como un evento de la imaginación, con mucho de simbolismo y repleto de magnetismo. Aunque en realidad y mirándolo desde un punto de vista más campechano sólo son mil años de vida humana que dejan paso a otros mil.
Un año donde pasaremos de la euroesclerosis a la potencia. Lo que está claro es que la geografía de la riqueza sufrirá mutaciones. Todo hace pensar que para Europa se prepara un nuevo renacimiento que le devolverá el protagonismo de la economía mundial. El Mercado Único y la apertura a los países del Este van a revolucionar el mapa económico del continente que hoy, más que nunca, necesita unidad de criterios en este juego de fuerzas, para competir con el omnipresente primado americano y con el amenazador boom del capitalismo oriental con Japón a la cabeza. En está metamorfosis es inevitable una sacudida en las estructuras económicas tradicionales que modificarán el sistema de coordenadas de las regiones europeas, subrayando un desnivel y una desigualdad cada vez más profunda.
¿Está Andalucía en la pol position? Nuestra región no se encuentra precisamente en la actualidad en ninguno de los puntos de conjugación decisivos a niveles políticos y económicos. No tiene esas grandes capitales metropolitanas como Munich, Francfort, Berlín, Milán, Lyon o Barcelona capaces de albergar grandes centros de decisión financieros o administrativos. Tampoco estamos entre esas regiones privilegiadas como Hamburgo en Alemania, Costa Azul en Francia o Emilia Romagna en Italia, a las que los expertos pronostican un momento de desarrollo y de euforia comparables con los vividos en el siglo XIX con la fiebre del oro. Andalucía no está en la “pool position” por todo eso y porque necesita 100.000 empresas más de las que tiene actualmente y necesita dotarse de una mejor estructura productiva y especializarse más y mejor en las nuevas tecnologías.
Andalucía de los andaluces, o mejor dicho, nuestra mayor riqueza es nuestro capital humano y sobre él necesitamos apoyar nuestro futuro y nuestro progreso. Y es que, aunque a la hora de fotografiar el paisaje de nuestra región lo primero que salte a la vista sean otros elementos buenos y malos como su riqueza en recursos naturales, su buena posición geográfica, su cultura y su historia envidiables, una estructura productiva muy vulnerable, una fuerte desarticulación industrial y una excesiva vinculación del aparato productivo al sector público que debilitan nuestra cartografía económica, muchos andaluces siguen estando al pie del cañón arriesgando mucho para crear empresas. Y aunque actualmente de las trescientas cincuenta mil existentes sólo la mitad crean empleo y por tanto nos siga atenazando una omnipresente tasa de paro, los andaluces de hoy más que los de ayer tienen la conciencia de ser ciudadanos vinculados a una tierra y a una cultura, y siguen dispuestos a arriesgar y a trabajar por su región y por ellos mismos más que nunca.
No se les pide a los políticos que bajen todos los impuestos; de lo que se trata es de aligerar aquellos que más pesan a la hora de contratar a más trabajadores e impiden a las empresas crear más empleo; de lo que se trata es de invertir con los ya existentes en I+D ya que facilitarán así la actividad productiva; de lo que se trata es de encontrar cada vez menos trabas que entorpezcan la iniciativa empresarial. En Andalucía las empresas existentes necesitan ser competitivas, los nuevos proyectos necesitan apoyos, y la sociedad necesita embeberse de cultura emprendedora. Agenda de la Empresa Andaluza quiere estar en primera línea en esta magnífica aventura y lo hace desde su liderazgo absoluto, como lo que es: la revista empresarial de mayor difusión en Andalucía.