En España ha bajado el consumo de caviar, (alrededor de un 37%) y de champagne, (aproximadamente un 21%). Creo que una de las conclusiones a las que se puede llegar viendo este descenso de consumo de estos productos, es que la crisis no ha tocado solamente los bolsillos de las clases medias sino también los bolsillos de las clases más acomodadas. Un comerciante del gremio de la alimentación  me comentaba al respecto que probablemente no se debía solamente a un problema de recorte en el presupuesto para la compra de  estos productos de lujo, sino a la cada vez más difundida voluntad  de preferir productos españoles para ayudar a la recuperación económica.  Le respondí que yo no estaba tan seguro que fuese ese el principal motivo, pero que también estaba convencido de que la necesidad, en muchos casos, se transforma en virtud y, que probablemente, este podría ser un buen momento para incrementar el consumo interno de nuestros productos. Ya sería hora que empezásemos a presumir de productos españoles y estos se convirtiesen en el objeto de nuestras preferencias. España es un país rico de historia y de cultura desde el punto de vista gastronómico y vitivinícola y esta es la razón por la que se producen en todas nuestras regiones  tantísimos productos con denominación de origen controlada de tan alto nivel. Viajar por los  pueblos y ciudades de España es también viajar en el deleite de la excelencia gastronómica. La cocina española caracterizada por una gran tradición y genuinidad es una de las más atractivas del Planeta. La industria agroalimentaria ofrece, en casi todos los casos, una elaboración casi artesanal, muy atenta a conservar y mantener intactas las características y la calidad de las distintas especialidades, que desde hace  siglos componen el menú de las familias españolas.  Típico español habría mucho y el escaparate que ofrece cada Región es verdaderamente de lujo. El escaparate de Andalucía, por poner un ejemplo, es espectacular. Baste pensar en productos como el jamón de Huelva, de los Pedroches, de Trevélez, los jamones y embutidos de Gérgal y de Serón, los vinos del Condado de Huelva, los de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry, los de Málaga, los de Montilla-Moriles, los espárragos de Huétor-Tájar, los aceites de oliva vírgenes de Sierra Mágina, en la parte central de la zona sur de la provincia de Jaén, los de la Sierra de Segura, los de  la Denominación de Origen Campiñas de Jaén, los de Córdoba, Baena y Priego de Córdoba, el aceite de Oliva Castillo de Tabernas de Almería,  el Brandy de Jerez, el Vinagre de Jerez, las pasas de Málaga, la mojama de la Janda y de Barbate, la mojama de Ayamonte y de Isla Cristina en Huelva, el queso del Valle de Los Pedroches, el queso de cabra de Aracena, los quesos de la Sierra de Ronda, la  miel de Cañete de las Torres, la  miel de Granada, los mantecados, polvorones y mazapanes de Estepa y una lista interminable de productos que no cabrían en este post.

Empecé hablando de caviar y de champagne y probablemente más de uno habrá pensado que esos si que son productos insustituibles por su excelencia.  Estoy totalmente de acuerdo,  pero para los que quieran cerciorarse de  que Andalucía  en agroalimentación da para mucho, incluso para caviar y para espumosos, les aconsejo probar el Caviar de Riofrío, Caviar de Esturión Ecológico Excellsius o los espumosos Raigal, Barranco Oscuro, Beta, Infante o Veleta. Estos productos tambien empiezan a tener algo de excelentes.

por @mbellido

La web del periodista Manuel Bellido Bello con opiniones, artículos y entrevistas publicados desde 1996. Manuel Bellido https://en.gravatar.com/verify/add-identity/09e264a7e3/manuelbellido% 40manuelbellido.com