“Se ven pocos nadadores en el inmenso abismo”

El gobierno anuncia que China invertiría 9.000 millones en las cajas de ahorros españolas y Pekín cuando se entera lo niega. Riendo estaba yo con un colega del ‘desliz chino’ de Zapatero, cuando se nos acerca un amigo especialista en leyes y nos dice: si una información de estas características, que se demuestra que es falsa, hubiera sido facilitada por un particular o una agencia de comunicación se habría podido aplicar el artículo 284 del Código Pernal y el resultado hubiera sido incluso penado con prisión. Con esta información ya no nos reímos. Volví la cabeza hacia otro lado para escuchar a un camarero que le decía a un cliente. Yo no se como se meten con los negocios que han podido hacer los hijos de Chaves si ya no es presidente de la Junta. Ganas de fastidiar le respondía el otro. En la televisión que había en el bar estaban dando la noticia en ese momento de que la OTAN bombardeaba el centro de Trípoli. ¿Para qué? Mi reflexión es que vivimos a oscuras. Aparentemente alumbrados por los candiles de ese arte en indecencias que se llama mentira. Y a todo esto al muy simpático de Zapatero no se le antoja decir otra cosa en el aniversario del Titanic que España es como un trasatlántico. Si, probablemente España lo será, por la grandeza de sus gentes, pero sin duda nuestra Economía después de habernos malzurcido medidas poco acertadas y con retraso en una barquita que zozobra en medio de una grañidísima tempestad. Mi amigo, que además es votante socialista de toda la vida, se despidió diciéndonos: “señores, no puedo más, esto es un circo, aquí hay políticos que han perdido la cabeza o quizás nacieron sin ella”. Y el abogado que tampoco quería quedarse corto al despedirse nos decía: “A ver si los periodistas despertáis del letargo, si yo lo fuera escribiría sin contarme un pelo y les cardaría las liendres a más de uno de los que mandan”
Vuelvo a la redacción me siento delante del ordenador y escribo una frase: “apparent rari nantes in gurgite vasto” Se puede aguantar la mala oratoria de ciertos políticos, pero no la mentira. España no se merece un gobierno que mienta.